No “cachai” nada
El presidente chileno, Sebastián Piñera, liberó una frase teñida de ignorancia durante la promulgación de la Ley Gabriela vinculada a los crímenes por razones de género. Rodeado de su esposa y funcionarias mujeres, responsabilizó a las víctimas de la violencia machista por “permitir que esto ocurra”. El mandatario – al que el pueblo le está pidiendo su renuncia desde hace meses por la grave crisis que atraviesa el país – recibió inmediatamente duras críticas de distintos sectores. “Es no escuchar ni entender que acá la culpa no es de la mujer”, expresó Fabián Alcaíno, padre de Gabriela Alcaíno, víctima de femicidio y por quien la ley lleva ese nombre.
lunes, 2-marzo-2020

El presidente chileno intentó dar un discurso con perspectiva de género pero terminó culpando a las víctimas por no defenderse y/o permitir el abuso
A menos de una semana que se conmemore el Día Internacional de la Mujer, el presidente chileno, Sebastián Piñera, dio claras señales no sólo de su incapacidad para resolver la profunda crisis social y económica que atraviesa su país, sino también de la ignorancia – o su verdadera posición – respecto de la violencia de género. Hoy, durante un acto en la Casa de la Moneda donde promulgó la Ley Gabriela – legislación que amplía la figura del femicidio a todos aquellos crímenes por razones de género – el mandatario eligió recordar (y malinterpretar) algunas palabras de Gabriela Alcaíno, una joven de 17 años que fue asesinada junto a su madre por su novio y quien da nombre a la ley.
Ante la mirada de su esposa y otras funcionarias, Piñera citó a la joven al decir que su mamá le había enseñado que “nadie puede ponerte el dedo encima, ni la mano ni nada” y que eso hacía referencia al “amor propio”. Ni lerdo ni perezoso, el presidente chileno aprovechó esta frase para tergiversarla y endilgarle la culpabilidad de la violencia machista a las mujeres por no tener la actitud de “resistirse” y “permitir que esto ocurra”. Según el líder liberal, no sólo hay “que corregir al que abusa”, sino que también “la persona abusada no tiene que permitir que eso ocurra”. De lo que se deduce que el abuso o la violencia se da porque hubo alguien que no la supo evitar. Perspectiva de género, a marzo.
Inmediatamente, aparecieron fuertes críticas desde distintos sectores por los dichos machistas del presidente chileno. Quien repudió el discurso fue el propio padre de Gabriela, Fabián Alcaíno, que se encontraba presente en el acto de promulgación de la ley, ubicado detrás de Piñera. En declaraciones al portal The Clinic, afirmó: “Son palabras bastante desafortunadas, porque es no escuchar, es no entender que acá la culpa no es de la mujer”. “Desafortunadamente, los maltratadores tienen una mezcla súper letal de inteligencia y habilidad para envolver y disminuir a una mujer, pero la culpa nunca va a ser de la mujer en estos casos“, sostuvo.
Desde el arco político, hubo repudios tanto desde el ala conservadora como del progresismo. Iván Flores García, presidente de la Cámara de Diputaos, le pidió al mandatario que “cuando no hay nada razonable que proponer, por favor no hable”. Por su parte, la diputada del Partido Comunista, Camila Vallejo Dowling, calificó como “impresentable” las declaraciones y las consideró “una ofensa para las familias de las víctimas”. Del ámbito de la cultura, el cantautor chileno Nano Stern twitteó en forma de poema: “o no entiende nada o es pura provocación. ¿De verdad es tan weón pa mandarse esa cagada? ¿Es que no está redactada desde antes su sentencia? ¿No tiene la presidencia ni el más mínimo cuidado? Cuanto odio ha provocado con su total indolencia”.
La resistencia del pueblo chileno
En horas de la tarde y en un día particularmente intenso por las protestas del pueblo en las calles, el presidente Piñera intentó corregir lo dicho esta mañana. “Las cosas claras: Jamás he dicho que la mujer pueda tener responsabilidad. Lo que dije es que muchas mujeres abusadas no pueden denunciar y no reciben protección eficaz y a tiempo”, twitteó. Mientras tanto, hoy se vivió un clima complicado con cortes de tránsito, barricadas y movilizaciones. Se prevé distintas manifestaciones sociales en los días posteriores y, puntualmente, un “superlunes feminista” para el 9 de marzo.