No es Capusotto, es Aranguren

El ministro de Energía lanzó una desopilante campaña radial para disminuir el consumo de gas. Como Macri el año pasado, cuando pidió no andar “en pata” adentro de la casa mientras él miraba la Copa América en manga corta, el ¿ex? Ceo de Shell recomienda recuperar “el viejo buzo de egresado” y las “pantuflas patas de moustro” para combatir el frío, mientras pagamos una de las facturas más caras del mundo.

 miércoles, 23-agosto-2017


Cualquier oyente distraído puede pensar que se trata de un fragmento de “Lucy en el cielo con Capusottos”, el programa que el genial Diego Capusotto hacía por radio hasta que Macri llegó al poder, o el audio de algún sketch de “Peter Capusotto y sus videos”, el exitoso ciclo de uno de los comediantes más ingeniosos de la televisión argentina. Pero no, es el inefable Juan José Aranguren, ministro de Energía de la Nación, que lanzó una desopilante campaña radial para que los argentinos consumamos menos gas.

“Los argentinos consumimos más gas del que producimos. Ya estamos trabajando para solucionar el problema, pero las obras llevan tiempo. ¿Cómo podemos ayudar? Ese buzo de egresados que guardás desde el 94 o esas pantuflas patas de monstruo pueden ahorrar gas. Porque si nos abrigamos un poco dentro de casa, reducimos el consumo de gas y ayudamos a que en invierno no le falte gas a nadie. También podemos ahorrar gas poniéndole burletes de goma a puertas y ventanas. Cuidemos juntos el gas. Ministerio de Energía y Minería, Presidencia de la Nación”. Así dice uno de los spots radiales que el ministerio a cargo del ¿ex? CEO de Shell puso en circulación.



Pero eso no es todo amigos, diría el inolvidable Bugs Bunny, que sí era un comediante de fuste. Aranguren siempre guarda un as bajo la manga: “Los argentinos consumimos más gas del que producimos. Ya estamos trabajando para solucionar el problema, pero las obras llevan tiempo. ¿Cómo podemos ayudar? Ese buzo polar que te queda enorme o la mantita de la abuela pueden ahorrar gas” dice otro aviso. “Porque si nos abrigamos un poco dentro de casa reducimos el consumo de gas y ayudamos a que en invierno no le falte el gas a nadie”, justifica el ministro, y sugiere: “También podemos ahorrar gas apagando o dejando en piloto la estufa de los ambientes que no se están usando”.



La apelación del macrismo a lo emocional es parte de su estrategia discursiva, estética y política. Ahora el objetivo es hacer responsable a los consumidores de las siderales boletas de gas que llegaron en julio. El problema no es que pagamos el gas más caro del continente por decisión del gobierno, sino la falta de solidaridad de quienes lo utilizamos para calefaccionarnos, fundamentalmente jubilados que no puede pagar las boletas. Ya lo intentó Macri el año pasado, cuando en plena Copa América recomendaba no andar “en pata” por la casa, mientras él disfrutaba de Messi junto a su esposa Juliana con la celeste blanca de manga corta. Cambiemos le pide a los argentinos lo que ningún integrante de su gobierno está dispuesto a hacer: pasarla mal ahora para estar bien después, con un futuro “maravilloso” como moneda de cambio. Total, para eso siempre falta mucho.