La crítica situación de lxs trabajadorxs de la salud de Córdoba explotó ahora pero viene de larga data.
Además de los salarios y jubilaciones de pobreza, denunciaron precarización, aprietes y subejecución presupuestaria.
Los más de 100 trabajadorxs muertos por covid y el agotamiento provocado por la pandemia no encuentran consuelo frente a un gobierno que le da la espalda a quienes le pusieron el cuerpo a la peor crisis sanitaria de los últimos años.
Un monstruo de varias cabezas
La movilización que protagonizaron lxs trabajadorxs de la salud de Córdoba fue contundente.
Participaron unas 7 mil personas de un universo que ronda lxs 15 mil.
Es decir, alrededor del 50%
Además, el paro fue total.
Casi el 90% de los hospitales provinciales adhirieron.
En diálogo con Al Revés, Daniel Pawluchuzk– secretario gremial de ATE – señaló que el conflicto explotó ahora pero forma parte de un monstruo de mil cabezas.
El salario básico promedio está entre los 50 y los 75 mil pesos.
Muy por debajo de la Canasta Básica Total que se situó en $139.783 en octubre.
“Más del 70% estamos bajo la línea de pobreza”
Daniel Pawluchuzk, secretario gremial de ATE
En el medio, el SEP – el gremio acusado de ser “socio” del gobierno provincial – arregló un 23% de aumento.
Así, la suba total hasta febrero alcanzaría el 103%, cuando la inflación acumulada en lo que va del año alcanzó el 76,6% y se estima que llegue al 100% en diciembre.
La subejecución presupuestaria, el atraso y la demora en las partidas y los aumentos salariales en cuotas constituyen la base del problema que padece el sector.
De acuerdo a datos vertidos por Iván Ase – médico y especialista en administración de políticas públicas – en Nada del Otro Mundo, el presupuesto de salud siempre registró una tendencia a la baja.
Bajó de 10% al 8,80% en el 2019
Con pandemia de por medio, subió al 11,40% en el 2021 y ahora bajó nuevamente a 8%
Mientras tanto, el sistema siguió funcionando con un congelamiento de vacantes frente al incremento de la población que se atiende en el sector público.
Del 2015 hasta ahora, solo sumaron unas 400 trabajadorxs; mientras que el número de potenciales pacientes pasó de 1.400.000 a 1.750.000 en los últimos dos años.
Quizás así se explican los aprietes, la precarización laboral, el problema de la categorización, las licencias y la falta de altas por bajas, fueron otros de los detonantes de la crisis.
“En algunos hospitales les querían dar 13 días corridos de vacaciones cuando lo mínimo son 15 días hábiles”
Daniel Pawluchuzk, secretario gremial de ATE
Desde el sector, aseguran que las medidas de fuerza continuarán frente a un gobierno provincial que intenta controlar las esquirlas de la bomba que estalló – desde hace un tiempo – en el área de salud.
Las muertes de los recién nacidos en el Hospital Neonatal, la renuncia del ministro Diego Cardozo y las 21 renuncias de los médicos de guardia del Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto, configuran el contexto cordobesista.
Movilización de lxs trabajadorxs de la salud. Foto: Gentileza UTS.
Al gran pueblo argentino salud
Lxs trabajadorxs de la salud llevan acumulados dos años de pandemia.
Con gran esfuerzo y compromiso, le pusieron el cuerpo a la peor crisis sanitaria mundial de los últimos años.
En Córdoba, todavía permanece la tristeza por los más de 100 compañerxs que perdieron la vida por el covid.
A su vez, el agotamiento por las extensas jornadas que vivieron – sin descanso prácticamente – repercutieron sobre la salud mental de lxs trabajadorxs.
El estrés y el Síndrome de Burnout se esparció como si fuese un virus.
“Es algo que se vuelve cíclico. Empiezan a pedirse carpetas y eso resiente el servicio porque revientan al que queda”
Daniel Pawluchuzk, secretario gremial de ATE
La burocracia que rodea la búsqueda de reemplazos significa una sobrecarga más sobre el personal de salud.
Mientras tanto, el gobierno provincial sigue dándole la espalda a quienes libraron una de las batallas sanitarias más difíciles de los últimos tiempos.
La recomposición salarial es solo una de las aristas del conflicto en el sector de salud. La falta de personal, la sobrecarga y los aprietes son otros de los detonantes. Foto: Gentileza UTS.