No por mucho acaparar se vacuna más rápido
Estados Unidos fue una de las potencias que acaparó gran cantidad de vacunas. Sin embargo, no contó con la pandemia de los “no vacunados” que detuvo el ritmo de inmunización, provocó que se desecharan alrededor de 15 millones de dosis y contribuyó a la expansión de la variante Delta. Mientras tanto, solo el 3% de la población africana está vacunada.
viernes, 10-septiembre-2021

En marzo, Estados Unidos acumulaba 1300 millones de dosis. A fines de agosto, ya había desechado 15 millones.
A principios de año, la ONU denunció que 10 países habían acaparado el 75% de las vacunas contra la covid. Una de las potencias que buscó anticiparse en la fila y aprovechar sus privilegios fue Estados Unidos. Para marzo, acumulaba un arsenal de 1300 millones de vacunas. Del otro lado, había alrededor de 130 países que no habían recibido ni una sola dosis.
Pero la avaricia se les volvió en contra porque no contaban con la resistencia de los grupos antivacunas y negacionistas que impulsaron lo que los especialistas llaman “la pandemia de los no vacunados”. Como resultado, el ritmo de inmunización se detuvo en el mes de mayo: durante los 4 meses siguientes, el país norteamericano vacunó solo al 12% de su población.
Con un 52% de la población completamente vacunada y con la variante Delta acechando al resto de la población, las personas no vacunadas son quienes terminan internadas y formando parte del colapso en los hospitales. Desde el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) promueven campañas para fomentar la inoculación y advierten sobre el peligro de los/as menores de edad: la incidencia de contagios creció un 250% entre los más pequeños en el último mes.
Frente a esta inexplicable situación, el presidente Joe Biden anunció la obligatoriedad de la vacunación para los 2,1 millones de empleados federales. La medida también regirá para los contratistas que trabajen con el Gobierno federal y para empresas privadas que cuenten con más de 100 empleados. “Por favor, vacúnense”, rogó el mandatario durante un discurso pronunciado en la Casa Blanca.
Mientras tanto, del otro lado del océano, el continente africano sufre – una vez más en la historia – la crueldad y la injusticia de un sistema que los condena a la hambruna y la falta de salubridad. El responsable de la Agencia de la Salud de la Unión Africana, John N. Nkengasong, lamentó las “promesas vacías” de los países más ricos con respecto a la distribución de las vacunas.
Más tarde que temprano, a principios de mes arribaron a África unas 5,5 millones de dosis a través del mecanismo Covax. Sin embargo, la ONU remarcó que el continente tiene solo al 3% de su población vacunada. En contraste, desde el 1 de marzo hasta fines de agosto, Estados Unidos desechó un total 15 millones de vacunas: la fecha de caducidad vencida, problemas de refrigeración y frascos fisurados fueron los motivos esgrimidos desde el gobierno.