“Nunca di de baja mi viejo teléfono esperando que Javier Matías llamara”

El tío del nieto recuperado 130, Roberto Mijalchuk, dio un testimonio conmovedor sobre los 40 años que esperó al hijo de su hermana desaparecida. "Un desaparecido es un muerto que vuelve todos los días. Vuelve con cada boleta, con cada cartita debajo de la puerta, con cada propaganda de una pizzería o un delivery", expresó.

 viernes, 14-junio-2019

Roberto Mijalchuk sostiene el cartel con la foto de su hermana. A su lado, su sobrino Javier. (Foto: Agustín Marcarían / Reuters)


La restitución de identidad de Javier Matías Darroux Mijalchuk fue, como cada nieto o nieta que aparece, una noticia conmovedora, un oasis en medio de la crítica situación argentina. Roberto Mijalchuk, hermano de la madre de Javier, que se encuentra desaparecida, dio un testimonio muy emocionante sobre cómo fue la búsqueda: “Nunca hay que bajar la guardia, jamas. Lloré en soledad, en tristeza, con mis padres, sin mis padres”.

“Un desaparecido es un muerto que vuelve todos los dias. Vuelve con cada boleta, con cada cartita debajo de la puerta, con cada propaganda de una pizzeria o un delivery. Fueron 40 años que volvía en cada carta”, confesó Mijalchuk con la voz a punto de cortarse.

El tío del nieto recientemente recuperado contó que mantuvo durante muchas décadas su viejo número telefónico, el cual ya no usa, solo para esperar la llamada que le confirmara que habían encontrado a su sobrino: “40 años con el mismo teléfono sin darlo de baja. Yo tengo otras líneas, pero nunca lo di de baja. Pago 360 pesos por mes. No realizo llamadas, no recibo llamadas. Solo estaba colocado para que Javier Matías me llamara, cosa que ocurrió hace 3 años”. Fue en ese momento cuando se terminó de confirmar la identidad de su sobrino. Luego, vinieron los trámites administrativos hasta el anuncio de ayer.

“Hace 3 años que lo conozco, era el nieto 122 y pasó a ser el 130. Me alegro de que haya habido 8 personas más restituidas”.

Por otro lado, Mijalchuk contó el profundo dolor en medio de la alegría porque la aparición de su sobrino es la confirmación de que no quedan esperanzas de encontrar a su hermana, la madre de Javier. “Él declaró algo que a mi me movilizó mucho. Dijo una verdad que yo no contemplaba por la alegría de estar con mi sobrino recuperado: ‘La mera existencia de mi recuperación da por tierra con los anhelos de él (en referencia a Roberto) de recuperar a su hermana con vida’. Con la aparición de Javier Matías, muere mi esperanza de encontrar a mi hermana y a mi otro sobrino con vida, porque estaba embarazada de 2 meses”.

“Tengo noticias de que fue arrojada en un vuelo de la muerte. Los cobardes militares no tuvieron ni siquiera la valentia de asesinarla. La doparon, le dieron una sedación suave, y la tiraron desde un Hércules en el Río de la Plata para que muera ahogada estando embarazada”, contó con crudeza, y añadió: “Yo no busco venganza, lo único que pido es que la sociedad no sea necia y no cierre los ojos”.