O mais flexibilizadores du mundo

El ministerio de Hacienda de Brasil estima que la reforma laboral más agresiva que aprobó ese país podría atraer más inversiones en relación con Argentina. El plan de remate de los derechos laborales incluye decir que si Lula gana las próximas elecciones, no revertirá las medidas implementadas, algo inverosímil.

 viernes, 10-noviembre-2017


El equipo del ministerio de Hacienda de Brasil estima que la reforma laboral más agresiva que aprobó ese país podría atraer más inversiones hacia Brasil respecto de Argentina, pero con una diferencia nada menor: Macri fue respaldado en las últimas elecciones legislativas y en el país vecino se avecinan elecciones que pueden generar incertidumbre por la reversión de las medidas si gana Lula.

Con el ex presidente liderando todas las intenciones de voto, las fuerzas conservadoras que gobiernan desde el golpe institucional a Dilme Rousseff empezaron a generar terror diciendo que las inversiones en el país vecino podrían sufrir volatilidad por una postulación de Lula. Sin embargo, aseguran que aunque el líder del PT gane las elecciones, no hará una reversión de las políticas, lo que sería ir contra la plataforma que hoy está promocionando el máximo referente popular en sus recorridos por todo el país.

Joao Manoel Pinho de Mello, jefe de Asesoría Especial de Reformas Microeconómicas, proyectó para el año que viene un crecimiento de entre 3 y 4% para la economía brasileña, basado en la recuperación del consumo interno, “con un mercado de trabajo más activo”, el nuevo eufemismo neoliberal para hablar de flexibilización y precarización laboral.“Si el escenario electoral se pone más seguro, pueden venir un poco más de inversiones”, dijo en referencia a que Lula no sea el que triunfe en las elecciones de 2018.

“El riesgo es que vuelva Lula. Creo que si Lula consigue postularse, porque no es claro que vaya a poder legalmente, va a hacer una campaña con una retórica inflamada y de que va a haber reversión”, estimó Pinho de Mello.

En una breve charla con el diario El Cronista, indicó que las reformas de Argentina “tienen más o menos el mismo espíritu” que las de su país. “Las épocas de bonanza provocan poca disciplina. Creo que la coyuntura, donde no hay tanta abundancia y los límites llegaron imponen racionalidad”. El macrismo le dice “austeridad”.