“Están dinamitando el terreno”
El cura Mariano Oberlin habló sobre las declaraciones del arzobispo porteño Mario Poli y analizó la situación social del país. También se refirió a los dichos del arzobispo platense, Héctor Aguer, quien había manifestado que los 30.000 desaparecidos son “un número mágico”.
viernes, 26-mayo-2017

El sacerdote se mueve en zonas estructuralmente pobres, pero ahora advierte mayor demanda de alimentos y trabajo.
La frase del arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, sorprendió a muchos. En el Tedeum por el 25 de mayo, dijo ayer frente a Macri que “la inequidad genera violencia” y que “no hay nada para festejar” en esta fecha patria. Respecto a estos dichos, el cura Mariano Oberlin coincidió en que “el reclamo legítimo para acceder a lo mínimo para vivir o suplir las necesidades extremas terminan generando violencia”. Y agregó que es una situación “absolutamente comprensible”.
El cura, con años de trabajo social en las villas de Córdoba, confesó que le preocupa “la hipoteca a futuro”. Y ejemplificó la situación social con la construcción de una casa: “Si comprás ladrillos para levantar una casa pero no podés y los dejas un año, tenés esperanza de que va a mejorar la cosa y vas a poder arrancar. Pero si metés dinamita en el medio y tenés que rellenar para recién empezar a construir y encima sobre un suelo que no está bien afirmado, es mucho más complicado”. Según Oberlin, uno de los componentes de ese elemento explosivo es la deuda: “Estamos adquiriendo una deuda terrible que vamos a demorar una vida en pagar. Se está dinamitando el terreno, va a quedar el hueco y nos va a llevar mucho tiempo rellenarlo para volver a construir”.
“Se está dinamitando el terreno, va a quedar el hueco y nos va a llevar mucho tiempo rellenarlo para volver a construir”.
Cura Mariano Oberlin, en referencia a la situación social del país
Magia eclesiástica
Oberlin se refirió también a declaraciones de otro representante de la iglesia. El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, quien dijo que 30.000 desaparecidos “es un número mágico”. El cura cordobés recordó un pedido de disculpas de la Iglesia en el 2000, pero que fue “muy tímido por personas como ésta, que tienen una postura recalcitrante”.
“Trato de no dar peleas hacia adentro de la Iglesia, pero hay situaciones como ésta en las que no queda otra. Me parece tristísimo que haga una declaración de ese tipo pero no me sorprende viniendo de él”, finalizó Oberlin.