Operativo sandalias
Roberto Lavagna se mostró junto a Pichetto ayer en Cariló y ocupó un lugar central en la agenda mediática por un detalle particular: sus medias con sandalias. ¿Qué perspectivas tiene el exministro de Economía? La mirada de consultores con opiniones diferentes.
miércoles, 16-enero-2019

Lavagna y Pichetto en Cariló. Abajo, las sandalias con medias que lograron que todos los medios hablen de ellos.
El primero que empezó a nombrarlo en cada entrevista fue Eduardo Duhalde. “Es el candidato”, decía el hombre de Banfield. Luego, el que inició el peregrinar por su casa en Cariló fue el santafesino Miguel Lifschitz. Y ayer fue Miguel Pichetto –“parece Puerta de Hierro”, dijo sobre la casa del economista en la costa- quien se fotografió con él. Así, Roberto Lavagna parece preparar de a poco su desembarco en la arena electoral del 2019. Ayer, logró centralidad en la agenda y un fuerte impacto con un detalle particular: su look de camisa manga corta, bermuda y sandalias con medias Nike.
Más allá de los esfuerzos de sus aliados para forzar un operativo clamor ¿cuáles son las perspectivas del exministro de Néstor Kirchner? Para el consultor Raúl Aragón, “Lavagna está en el imaginario como un hombre que solucionó la debacle económica del 2002/2003”. “Hoy hay una demanda social referida a la crisis económica que estamos atravesando. Su perfil y la demanda social coinciden. Esto lo convierte en un muy buen candidato”, completa.
Con otra mirada, Gustavo Córdoba, otro de los consultores que está midiendo permanentemente a los posibles candidatos, asegura que “hay ciertos sectores, más económicos que políticos, que están muy desencantados con la política de Macri y se vieron en la necesidad de encontrar una candidatura que represente sus intereses”. Ahí, según su visión, se acomodaría Lavagna. Sin embargo, para Córdoba no tiene tan buen pronóstico: “Es una candidatura que tiene enormes dificultades: la ausencia de voluntad política expresa, la falta de un posicionamiento político concreto, y su perfil de campaña. No lo veo a Lavagna recorriendo el país”.
Entonces ¿de qué depende que su candidatura pueda fortalecerse o no? No sólo de sí mismo, claro está, sino de todas las variables del escenario. Aragón apunta que “sólo puede ser un candidato con posibilidades si consigue unificar al peronismo” y subraya tres incógnitas: “Hay tres decisiones que tienen que aparecer para que se configure el escenario electoral: la decisión de Cristina Kirchner de si participa o no; la decisión de María Eugenia Vidal, si desdobla o no; y la tercera es la decisión de Roberto Lavagna, si es candidato o no. Eso da que hay ocho escenarios posibles”.
Para Córdoba, Lavagna queda sumergido en un grupo de dirigentes opositores a Macri que “tienen un nivel de visibilidad muy escaso” como para hacerle frente en una segunda vuelta. Allí incluye también a Solá y Lousteau, entre otros. “No descarto la idea de que Cambiemos siga perdiendo base de sustentación y ahí si hay que ver lo de Lavagna con otros ojos”, añade, al tiempo que revela que en su última encuesta –cuyos resultados publicará el fin de semana- Macri aparece con un bajísimo 22 % de intención de voto. “A Lavagna van a tratar de instalarlo. Hasta marzo tienen tiempo, porque después empieza el festival de elecciones anticipadas, y él no va a ir a festejar el triunfo de los que vayan ganando”, puntualiza Córdoba.
El peligro del amarillo flúor
Este vacío que podría agrandarse a medida que Macri siga perdiendo votos abre un flanco de preocupación: la emergencia de opciones de ultraderecha. Explica Córdoba: “En diciembre preguntamos si la gente quería votar una cosa distinta a Cristina y a Macri, un 45 % dijo que sí. Ahora aumentó a 50 %. Entonces, el problema es de oferta, no de demanda. La oferta de la política son cosas recicladas. El peligro, en este contexto, son los Olmedo”.