País en vilo
El supuestamente confirmado ministro Dujovne oficializará en horas el tenor del nuevo ajuste que impone el FMI. Macri confirmaría los cambios en el Gabinete, que incluirían fusión y desaparición de carteras clave como Salud y Trabajo. Sin el maquillaje de la comunicación duranbarbista, Cambiemos fue este fin de semana una reunión de un consorcio en quiebra y embargado.
lunes, 3-septiembre-2018

La relativa calma cambiaria logró mejorar levemente la imagen de Macri, aunque la consideración negativa sigue alta.
El Gobierno arranca septiembre con anuncios de más ajuste, cambios gatopardistas de Gabinete porque el modelo no se toca y contención del desastre social con guiso y mandarinas.
El fin de semana fue uno de los política, económica y socialmente más inestables de los últimos años en el país. Para encontrar otro parecido, hay que remontarse al domingo 30 de diciembre de 2001, cuando renunció a la presidencia Adolfo Rodríguez Saa luego de ocho días de gobierno, derrotado por la falta de apoyo politico de los gobernadores.
Luego de dos días de reuniones en la Quinta de Olivos (primero Macri y su mesa chica, luego la mesa ampliada y por último con los radicales), y en el marco de un mar rumores propiciado por el propio Cambiemos, aparecen varias versiones y una realidad incontrastable: sin los recursos comunicacionales de campaña y sin el barniz de juego en equipo, Cambiemos luce como una reunión de un consorcio en quiebra y endeudado.
Con respecto a las versiones, la primera dice que Macri haría desaparecer ministerios importantísimos como el de Salud, Trabajo y Ciencia y Técnica, y fusionaría gran parte de las carteras para mostrar austeridad, un gesto que en términos contables mueve muy poco el amperímetro de los egresos. Otra versión que circuló es que el hasta ahora todopoderso Marcos Peña se quedaría en el gobierno pero sin sus adláteres, los viceministros Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Y por último, que parte de los ministros que continuarán en el Gabinete, lo hacen porque sus potenciales reemplazantes quedaron afuera por las internas feroces del oficialismo.
Uno de ellos es el ex panelista de TN y titular de Finanzas, Nicolás Dujovne, a quien Macri habría intentado reemplazar por otro ultraliberal, Carlos Melconian, ex presidente del Banco Nación. Se supone que, tras el juego de las sillas, el propio presidente le dirá al país quiénes se quedan y quiénes se van, y en qué condiciones.
Con semejante desgaste, Dujovne viajará en unas horas a EE.UU, donde se reunirá con la jefatura del FMI para intentar acordar un nuevo plan de financiamiento sobre el financiamiento ya otorgado al país.
Antes, el funcionario dará una conferencia de prensa donde revelará el secreto mejor guardado del Gobierno: dónde y a quién ajustará para ahorrar los 100 mil millones extra (además de los 300 mil millones ya acordados) que el Fondo exige para adelantar desembolsos del stand by por 50 mil millones de dólares. La necesidad tiene cara de hereje y, del lado de los ingresos, el gobierno suspendería la baja de las retenciones a la soja y daría marcha atrás con la quita aplicada en trigo y maíz.
Por el lado del gasto, habría un nuevo torniquete sobre la estructura del Estado, empleos, obra pública y programas en general. Dujovne hablará al país (como en las viejas épocas donde los mensajes de los ministros de Finanzas eran aguardados con el corazón en la boca) a las 9,45 horas, un rato antes de la apertura de los mercados cambiario y bursátil. Luego se irá a EE.UU, a mostrar a Christine Lagarde la hoja con los deberes hechos.
Para parar el tsunami de pobreza y desocupación que vendrá con la economía en estanflación, el Gobierno bajará fondos para los comedores populares. La gobernadora María Eugenia Vidal (protagonista del blooper marketinero del año con la “taza que cambia de color” en una supuesta llamada espontánea a una ciudadana) ordenó insuflar una partida de 1.000 millones de pesos a los comedores de la provincia, en un claro intento de evitar que los bonaerenses, con el ajuste en marcha y el que se viene, tomen las calles movidos por el hambre.