Palermo medieval
Mientras los runners salen a correr sin respetar el distanciamiento social, más de 200 peones del Hipódromo de Palermo permanecen presos en el predio y sobreviviendo en condiciones inhumanas desde que se dictó el aislamiento social, preventivo y obligatorio. “Queremos salir”, gritaron ayer al unísono detrás de las rejas. Hoy se conoció un comunicado de la tradicional institución en donde aseguran que no se impidió la salida de nadie y que sólo se restringió la actividad de los cuidadores “que es de vital importancia para el bienestar de los animales”.
viernes, 19-junio-2020

Como en épocas medievales, las autoridades del Hipódromo de Palermo retienen - bajo condiciones inhumanas - desde hace tres meses a más de 200 trabajadores con la excusa de la cuarentena y la pandemia.
Las imágenes que se difundieron ayer respecto de la situación de los trabajadores del Hipódromo de Palermo evocan una realidad similar a la que describió el Dr. Juan Bialet Massé a principios de siglo XX en el “Informe del Estado de las Clases Obreras en el Interior de la República”. Sólo que, esta vez, el escenario está ubicado en pleno barrio de Palermo, al interior de una institución conservadora y elitista, y un siglo después.
Mientras miles de runners salieron a correr por los bosques del barrio sin respetar el distanciamiento social aconsejado por las autoridades sanitarias de la Ciudad de Buenos Aires, más de 200 peones permanecen privados de su libertad – prácticamente presos – y sobreviviendo en condiciones inhumanas desde el pasado 20 de marzo, cuando se dictó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país.
Ayer, luego de tres meses, los cuidadores de caballos denunciaron que los directivos del Hipódromo de Palermo les impidieron salir/regresar a sus casas porque la mayoría de ellos viven en barrios vulnerables o villas que son foco de la pandemia del Covid-19. Señalaron que también fueron extorsionados con la posible pérdida del empleo, por el que trabajan más de 12 horas y reciben sueldos que rondan los 9 mil pesos. Duermen en colchones tirados en el piso, hacinados, con desagües colapsados y duchas sin agua caliente. La provisión de comida depende de una sola persona que puede salir y volver a ingresar al stud, siendo que las familias de los trabajadores tampoco pueden acercarles alimentos por la cuarentena. “Queremos salir”, gritaron los cuidadores al unísono ayer detrás de las rejas.
“Te esperamos para descubrir la esclavitud en pleno siglo XXI”
En su cuenta oficial de Twitter, el Hipódromo de Palermo invita a visitar el lugar de forma amistosa: “Te esperamos para descubrir el deporte, historia, tradición, gastronomía, shows y entretenimiento al aire libre para toda la familia”. Pero nada dice respecto de los peones en condiciones de esclavitud que retiene de manera ilegal desde hace 90 días.
Sin embargo, a raíz de los videos y las imágenes que se conocieron ayer, el presidente de la firma Hipódromo Argentino de Palermo S.A , Federico De Achával – con un prontuario abultado en vulnerar derechos laborales – les comunicó el “otorgamiento” de la libertad a los trabajadores que mantenía presos en el predio. Además, la periodista Florencia Halfon Laksman compartió un comunicado que envió la institución en el que aseguran que ninguna persona fue impedida de salir del lugar y que los peones no dependen del Hipódromo, sino que son contratados por los entrenadores que alquilan los boxes.
Lo que sí indican es que, con la excusa de la cuarentena, se establecieron guardias cada 15 días con una actividad restringida “pero de vital importancia para el bienestar de los animales”. “Todo esto para tener menos gente trabajando, menos gente circulando y tener los cuidados necesarios de limpieza y distanciamiento en los vestuarios y en todo el lugar”, sostienen paradójicamente.
Ahora el Ministerio de Trabajo, la Defensoría de la Ciudad de Buenos Aires y Gendarmería ingresaron al predio para inspeccionar la situación de los trabajadores de Villa Hípica.