Papel para pocos

Ledesma ya no hace papel, al menos por el tiempo que dure la caída en las ventas y la acumulación de stock en sus depósitos. De esta manera, el grupo anunció el cierre de su planta papelera de San Luis, donde trabajan 70 personas y que quedarán cesantes.

La creciente digitalización de documentos, sumada a la recesión y baja del consumo, son los argumentos centrales de la decisión que el grupo comunicó a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires el pasado 31 de octubre.

El cierre tiene además una contraparte estratégica que Ledesma anunció como un viraje en la línea de producción, donde comenzarán a fabricar papel “más natural y ecológico”.

“ES un proceso irreversible”, definieron los ejecutivos del grupo y la decisión fue disparada por la “fuerte reducción del uso de folletería, impresión de facturas, revistas y libros de alta calidad, que son productos que mayoritariamente se realizan con el papel encapado”. y que el “exceso de oferta afectó y seguirá afectando la rentabilidad de este segmento”

Según las estimaciones realizadas por la firma, en los últimos cuatro años la caída en la demanda del mercado interno fue de un 37%, y que en base a esta situación comenzaron a desarrollar una nueva línea premium de productos con “el concepto de un papel más natural y cuya producción colabora con el medio ambiente”. Papel para pocos, más caro y que optimice las inversiones y reduzca la mano de obra. Una estrategia de supervivencia en el escenario más complicado.