Para evitar que el zorro cuide el gallinero
Los ministerios públicos de Argentina y Brasil denunciaron obstáculos e injerencias por parte de los poderes ejecutivos de ambos países sobre la trama de sobornos de la empresa Odebrecht. Alejandra Gils Carbó y Rodrigo Janot firmaron un comunicado conjunto que denuncia los movimientos de Macri y Temer para redactar un acuerdo para tener acceso a la investigación.
martes, 1-agosto-2017

La constructora brasileña está acusada de pagar sobornos en Argentina, Brasil y otros países.
Para evitar que el caso Odebrecht, que salpica de un lado y del otro de la frontera a buena parte de la dirigencia política y a poderosos empresarios, sea utilizado con fines electorales, Alejandra Gils Carbó y su par brasileño, Rodrigo Janot, firmaron un comunicado conjunto en el que advierten “obstáculos” que constituyen “injerencias indebidas” en el desarrollo de los acuerdos realizados por los jefes de los fiscales a uno y otro lado de la frontera.
“Advertimos que las autoridades centrales en materia de cooperación jurídica internacional de ambos países -Ministerio de Justicia de Brasil y Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina-, presentan obstáculos y requerimientos que constituyen injerencias indebidas en el desarrollo de los acuerdos que en materia de investigación del caso Odebrecht realizaron los ministerios públicos de Brasil y Argentina”, reza el comunicado de Gils Carbó y Janot.
La Procuradora General, perseguida y acosada de manera sistemática por la administración Macri, y Janot, enfrentado con Temer, firmaron un acuerdo de cooperación para llevar adelante la investigación que tiene en vilo a buena parte del continente por las coimas que ejecutivos de esa empresa confesaron haber pagado a políticos de Argentina y Brasil, y otros países de América Latina.
Los funcionarios buscan evitar que los ministerios de Justicia de ambos países sudamericanos intervengan en la redacción del Acuerdo de Constitución del ECI (Equipo Conjunto de Investigación), y que accedan a las pruebas de los sobornos que salpican a los dos gobiernos, además de administraciones provinciales, como el caso de Córdoba, donde Odebrecht está ejecutando obras.
Gils Carbó cuestiona que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino que conduce Jorge Faurie, proponga convertir el ECI en un “tratado internacional negociado por los Poderes Ejecutivos”, porque “ambas solicitudes desvirtúan la herramienta de cooperación entre los órganos judiciales competentes para la investigación”.
Janot, por su parte, retiene bajo su órbita la denominada “Lista Janot” con los implicados en la trama de sobornos en su país, obtenidos, en parte, gracias a la delación premiada que firmaron 77 ejecutivos de la firma Odebrecht, y confirmó la prueba documental que involucra al titular de la Agencia Federal de Inteligencia argentino, Gustavo Arribas, cuyo expediente fue inexplicablemente cerrado en nuestro país y que es un hombre de estrechísima relación personal con el presidente Macri.
“Advertimos que las autoridades del Ministerio de Justicia de Brasil y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina, presentan obstáculos y requerimientos que constituyen injerencias indebidas en el desarrollo de los acuerdos que en materia de investigación del caso Odebrecht realizaron los ministerios públicos de Brasil y Argentina”.
Alejandra Gils Carbó y Rodrigo Janot