Pese a todo lo que se avanzó, los femicidios no disminuyen

Con 24 casos en lo que va del año, los especialistas hablan de un "amesetamiento" de la cantidad de femicidios en la Argentina. La cifra es similar a la de años anteriores, pese a la gran visibilización y toma de conciencia lograda por el movimiento feminista en los últimos cinco años. Cabrera Fasolis dijo que sigue en pie la matriz machista y patriarcal de la sociedad.

 miércoles, 6-febrero-2019

La cifra de femicidios no desciende, y el Estado no está poniendo lo que hay que poner para erradicarlos.


En la brevedad transcurrida de 2019 ya hubo 24 femicidios en Argentina: uno cada 30 horas. La cifra provoca espanto. Es similar a la del año pasado y los inmediatos anteriores, pese a la visibilidad que desde 2015 el movimiento feminista logró darle a la violencia de género como problema. Betiana Cabrera Fasolis, coordinadora de Mumala Córdoba (Mujeres de la Matria Latinoamericana), señaló al portal Al Revés que “si bien hay un empuje grande del feminismo, esto no se ha reflejado en la reducción de la cantidad de femicidios”. Además, dijo que “no hay cifras oficiales de femicidios, más que las cifras de la Corte Suprema de Justicia, que por ejemplo no incluye un femicidio seguido de suicidio”. “Nosotras venimos registrando los casos desde hace unos diez años, y es poco tiempo para analizar los números, pero hay que resaltar que pese a la gran exposición del tema, estamos en una meseta” estadísticamente hablando, agregó.

“Desde 2015 se han producido grandes avances en el consenso social en contra de la violencia de género, pero esto no se traduce en un proceso de cambio de la raiz machista y patriarcal de la sociedad”, sostuvo Cabrera Fasolis, y señaló que hay otros seis casos que se están evaluando como posibles femicidios.

La médica y docente universitaria sostuvo que reducir estas cifras no es tanto una cuestión de más tiempo de trabajo en el mismo sentido sino de más políticas públicas para abordar el problema. “El Estado y los gobiernos no se han esforzado en promover una transformación social con políticas de tolerancia cero a la violencia de género, porque son políticas alejadas del marketing, que no te permiten ninguna inauguración y que te enfrentan con sectores poderosos”, explicó.

Una de las principales políticas a implementar para bajar las tasas de femicidios y todo tipo de violencia machista es la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas o la ley Micaela (que ordena capacitación obligatoria en perspectiva de género para todos los funcionarios de los tres poderes del Estado)”, puntualizó Cabrera Fasolis. “La ESI permitiría modificar los roles de género que derivan en violencia y la ley es necesaria para avanzar en la toma de decisiones con perspectiva de género”, sostuvo y ejemplificó con decisiones judiciales que derivaron en femicidios, como el propio caso de Micaela, o dejaron sin condena a autores de femicidio, como sucedió en la sentencia por el femicidio de Lucía Pérez.

“Aplicar esto implica enfrentarse con sectores que antes no tenían tanta referencia política, como el que representa Bolsonaro o el diputado Olmedo”, dijo. Por otra parte, la referente de Mumala alertó sobre el ajuste presupuestario dispuesto por el gobierno de Cambiemos para todo lo que es prevención y atención de la violencia de género, que pasó de 50 a 32 millones del año pasado al actual o la situación de precarización absoluta en que trabajan las empleadas del Polo de la Mujer que depende del gobierno provincial.