Por ahora, no más que una foto

Macri se reunió ayer con gobernadores opositores con la idea de sumar apoyos al acuerdo con el FMI, pero ninguno de los jefes provinciales quiso hacer declaraciones ni deslizaron un acompañamiento explícito, aunque tampoco salieron a cuestionarlo en público. Ninguno quiere que se frenen las obras públicas comprometidas en sus distritos.

 viernes, 11-mayo-2018

El Presidente se reunió con gobernadores peronistas para pedirles apoyo político.


“Ni ni” podría decirse de la reunión de ayer entre el Presidente Macri y cinco gobernadores peronistas: Juan Schiaretti, Domingo Peppo (Chaco) Gustavo Bordet (Entre Ríos) Juan Manzur (Tucumán) y Sergio Uñac (San Juan) Ni apoyo explícito al acuerdo con el Fondo Monetario, ni rechazo unánime al mismo, por lo menos no ante los micrófonos.

“Todos están convencidos de que hay apoyar. Es un camino con muchos obstáculos, pero todos entendemos que es el único camino y que estamos en el mismo barco”, aseguró el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien tuvo que transpirar para conseguir esta foto en el peor momento del gobierno nacional desde que asumió.

Los gobernadores escucharon de Macri las líneas generales del acuerdo que Dujovne teje en Washington con el FMI y el reclamo de que operen sobre sus senadores para que el freno al tarifazo no se apruebe en el Senado y obligue al Presidente a vetarlo, con un altísimo costo político si cumple lo que anunció a través de su jefe de gabinete.

A cambio, el Ejecutivo se comprometió a no frenar las obras en marcha, que causó muchísima preocupación en los gobernadores luego de que Dujovne anunciara un ajuste del 30% en infraestructura (185 mil millones de pesos), una de las condiciones de los mercados financieros –y principalmente del FMI- para seguir prestándole plata a la Argentina.

Malas experiencias

Aunque ninguno de los jefes provinciales realizó declaraciones a la salida de la reunión, Peppo se permitió hacer un poco de historia para contextualizar los efectos de un nuevo acuerdo con el Fondo: “Hay que valorar el hecho de que tuvimos un presidente que fue Néstor Kirchner, que nos sacó del Fondo Monetario y permitió que podamos llevar adelante nuestras políticas con nuestra plena soberanía política y económica, fueron épocas de crecimiento en nuestro país. Sería grave y lamentable que el pueblo nuevamente tenga que pagar las negligencias económicas”.

Lifschitz, gobernador de Santa Fe, que ayer no estuvo en el cónclave, se pronunció en el mismo sentido: “Esto es confirmar un camino que ya conocemos. Aparece como salvador el FMI y cuando éste entra se va caminando por un desfiladero cada vez más angosto por condiciones más estrictas. Es un camino sin retorno, muy complejo que nos lleva a situaciones de crisis y hasta problemas institucionales”.