Primavera flexibilizadora

Una reforma laboral flexibilizadora asoma para después de octubre en Argentina. Mientras algunos dirigentes sindicales ven el tema con gran preocupación, la CGT convocó a una movilización recién para después de las elecciones.

 miércoles, 19-julio-2017

La represión en PepsiCo quedó como una declaración de intención del gobierno ante el mundo laboral.


Las distintas señales que dio el gobierno, sumadas a los rumores y las declaraciones del ministro Jorge Triaca, hacen pensar en que la discusión será ineludible: después de octubre el macrismo embestirá con un proyecto de flexibilización laboral. La actitud ante cierres de empresas y despidos masivos, la represión feroz -con PepsiCo a la cabeza- de las protestas y la insistencia de Macri sobre la “mafia” de los juicios laborales, parecen ser parte de la preparación del terreno para avanzar con la reforma. Un avance que seguramente tendrá su primavera ideal si los resultados de las elecciones le brindan respaldo al gobierno.

Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, aseguró a Al Revés que el gobierno “acordó con grupos empresarios de multinacionales y sectores poderosos de la Argentina” replicar en nuestro país una reforma similar a la de Brasil. “Esto significa ni más ni menos que remover las conquistas y derechos que el movimiento sindical fue atesorando desde 1943 en adelante”, opinó Yasky. Además, agregó que el movimiento sindical tiene “el compromiso ineludible de impedir este atropello a los trabajadores” porque Argentina “sería una país menos democrático y menos justo” si la reforma avanza.

Por su parte, el secretario general de La Bancaria de Córdoba, Raúl Ferro, dijo en Nada del Otro Mundo que “para que funcione este modelo hay que romper los ejes de contención de la dignidad, que son los sindicatos”. “Después van a venir con los trabajos ‘de calidad’: las 12 horas ininterrumpidas, aportar con el propio salario para los despidos con anticipación, donde no habrá nada de justa causa ni defensa laboral”, expresó Ferro. Además, dijo que “el trabajador necesita estabilidad para proyectar un futuro” y que “es una contradicción ofrecer créditos a 20 años y tener a los trabajadores rezando cada día para mantener el trabajo”.

“Esto significa ni más ni menos que remover las conquistas y derechos que el movimiento sindical fue atesorando desde 1943 en adelante”.

Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores

Críticas a la CGT

Ambos dirigentes fueron duros con el triunvirato cegetista. “La CGT tiene tiempos de resolución que van por detrás de los problemas que está enfrentando el movimiento obrero”, dijo Yasky. “En Argentina es posible la aprobacion de la reforma laboral porque hay una dirigencia bastante complaciente”, disparó Ferro, y dijo que sintió “verguenza por la decisión de la CGT” de convocar a una movilización para después de las elecciones. “Si no nos sinceramos como dirigentes y dejamos de mentir, es tiempo de retirarnos y dejarles lugar a otros”, completó Ferro.


“Para que funcione este modelo hay que romper los ejes de contención de la dignidad, que son los sindicatos. Esto no se va a solucionar con una dirigencia genuflexa. Me dio verguenza la decisión de la CGT”.

Raúl Ferro, secretario general de La Bancaria Córdoba