Prueba y error, y error, y error

Las dos pruebas realizadas sobre el sistema de transmisión y carga de datos para el escrutinio provisorio fallaron. A 40 días de las PASO, nada garantiza la información que debe estar ese domingo a la noche. “El Poder Ejecutivo está actuando con una total irresponsabilidad. Contrataron a una empresa que tiene más prontuario que currículum”, dijo Beatriz Busaniche, de la Fundación Vía Libre.

 martes, 2-julio-2019

Beatriz Busaniche, titular de la Fundación Vía Libre, criticó al Gobierno pero transmitió tranquilidad sobre el escrutinio definitivo.


Primer acto: la Dirección Nacional Electoral organiza una capacitación para los data entry que participarán del escrutinio provisorio. La conectividad del Correo Argentino falla y la capacitación queda trunca. Segundo acto: un simulacro de transmisión de datos desde las escuelas se frustra por una falla del sistema de Smartmatic, la empresa contratada por el gobierno. El lector sabrá ponerle nombre a esta obra que tiene como eje la profunda incertidumbre que reina en relación al escrutinio provisorio para el día de las PASO, distante a poco más de un mes.

“Hay problemas serios en el escrutinio provisorio. Desde el año pasado estamos diciendo que el Poder Ejecutivo está arbitrando medidas que son cuanto menos cuestionables en términos de improvisación, de la poca seriedad con la que se está abordando un tema tan crítico”, indicó Beatriz Busaniche, titular de la Fundación Vía Libre.

El escrutinio provisorio está a cargo de la Dirección Nacional Electoral, que depende del Ministerio del Interior. “El Poder Ejecutivo está actuando con una total irresponsabilidad en relación al escrutinio provisorio. Contrataron a una empresa –Smartmatic- que tiene más prontuario que currículum”, disparó Busaniche, quien agregó que esa empresa fue la peor calificada de las tres que se presentaron a la compulsa de precios. El Gobierno la contrató igual.

Para despejar confusiones: lo que está en riesgo en este caso es la información que otorga el escrutinio provisorio, que define la imagen con la que el pueblo argentino se irá a dormir ese domingo y que marca las tapas de los diarios del lunes. Si bien eso es una cuestión fundamental, el que tiene valor real es el escrutinio definitivo, por lo que Busaniche despeja sospechas de fraude: “Para hacer fraude, hay que tener un sistema que funcione bien. El sistema no funciona”.

El escrutinio definitivo está a cargo de la Cámara Nacional Electoral, que pertenece al Poder Judicial. “Eso está a resguardo porque la Cámara se negó sistemáticamente a implementar cambios sin que se apruebe la ley”, manifestó la especialista. Esa ley es la reforma electoral que impulsaba el macrismo y pretendía instalar el voto electrónico, lo que según Busaniche “hubiera implicado un cambio dramático en todo el sistema electoral”.

La desastrosa prueba piloto

El último sábado, todas las escuelas involucradas en la elección participaron del simulacro de transmisión de datos. Busaniche reveló que la transmisión de telegramas fue apenas del 15 % en más de seis horas. “Es como si el día de las elecciones, a la una de la mañana hubiera un 15 % de telegramas cargados”, ejemplificó.

“Esta empresa es pésima en términos de calidad. En vez de pensar que quieren hacer fraude, pensamos que simplemente son inoperantes”, dijo sobre Smartmatic. Habrá una tercera prueba el 20 de julio. Esta vez, es la última y será presenciada por representantes de los partidos y distintas ONGs. Por ahora, las garantías no están dadas.