Pum para arriba

El dólar se disparó y alcanzó un nuevo récord a pesar de que el Banco Central volvió a darle un sacudón a las reservas de 900 millones de dólares para contener el mercado cambiario. La rueda terminó con un precio minorista de $ 20,84 para la venta. Sólo en esta semana, el Central liquidó 3.000 millones de dólares de las reservas.

 jueves, 26-abril-2018

Con la economía dolarizada o con la convertibilidad, el Banco Central perdería sus funciones de política monetaria.


Como si no fuera suficiente con el tarifazo, la economía del pueblo argentino tiene otro frente de incendio: el dólar. La moneda estadounidense se disparó hoy y alcanzó un nuevo récord: el minorista trepó 29 centavos y cerró en $ 20,84 mientras que el mayorista ascendió a $ 20,55.

Encima, el Banco Central volvió a intervenir fuertemente echando mano a las reservas. El organismo vendió otros 900 millones de dólares. Esto se suma a los 4.536 millones que había vendido entre marzo y abril, lo que significa la cifra más abultada de los últimos 15 años. Sólo ayer, el Central vendió 1.471 millones de dólares, con muchos jugadores migrando de Lebacs a la moneda verde.

Las reservas operaron esta semana como un barril de agua con un hueco en el fondo: se vendieron 3.000 millones de dólares para ubicarse por debajo de los 60.000 millones de dólares. Con la venta de hoy, descendieron a 58.400 millones.

En declaraciones realizadas el martes, el presidente del organismo, Federico Sturzenegger, dijo que si hubiera una depreciación fuerte del peso –que tuvo su primer capítulo ayer y se agravó hoy- “no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de la política monetaria”. Los números de las últimas 48 horas son una muestra clara que la situación se le escapó de las manos a Sturzenegger.

En la calle, los bolsillos empiezan a vislumbrar un traslado a precios, algo que ya había adelantado el propio Sturzenegger: “De no evitarse (la caída del precio del peso) tendría el potencial de ralentizar el proceso de desinflación”. Más allá del eufemismo en la forma de comunicarlo, es una manera de admitir que la disparada de hoy va a golpear de lleno en la inflación. Un efecto que seguramente se verá reflejado a mediados de junio, cuando se difunda el índice inflacionario de mayo.