Que el árbol no tape el bosque
Rodolfo Taihade, el diputado del FPV que denunció penalmente a Díaz Gilligan, sostuvo que la decisión del exsubsecretario general de la Presidencia de renunciar al cargo se trató de una maniobra política y mediática “para que no se hable” del ministro de finanzas, Luis Caputo, quien fue denunciado por ser titular de un conglomerado de empresas en un paraíso fiscal.
martes, 20-febrero-2018

La denuncia penal presentada por el diputado Taihade aceleró la renuncia de Díaz Gilligan.
“No se trata de una decisión meditada o que tenga que ver con las convicciones, sino una necesidad de privilegiar este caso por sobre el de Caputo”, señaló el legislador nacional, Rodolfo Taihade a la AM 750, sobre la denuncia penal que realizó contra Díaz Gilligan por lavado de activos y omisión maliciosa por la cuenta de 1,2 millones de dólares que el ex Subsecretario General de la Presidencia tiene en Andorra.
La denuncia recayó en el juzgado de Claudio Bonadio y tendrá como fiscal a Alejandra Mangano, y la hipótesis principal de Tailhade tiene dos ejes: uno es que la situación era insostenible para los aliados de Cambiemos, y la otra es “para que se hable de un subsecretario y no del ministro de Finanzas”, acusado “con pruebas mucho más contundentes”.
Según información certificada por la Comisión de Valores de Estados Unidos, y que fue revelada por el diario Perfil, Caputo “es el dueño final, el controlante del conglomerado de sociedades offshore que manejaba el fondo de inversión Noctua”. En este sentido, Tailhade subrayó que “no solo ocultó todo ese patrimonio en su declaración jurada, sino que, lo más grave, a través de ese fondo de inversión compraba deuda argentina que él mismo emitía”.
El diputado rechazó la acusación que ensayó el oficialismo y el propio Díaz Guilligan, de que la denuncia en su contra se trató de una maniobra de la oposición: “No te tenemos nada que ver. La información salió publicada en diario El País, de España, que no puede ser calificado de kirchnerista”, afirmó, y cargó contra los medios que protegen al gobierno: “El blindaje mediático que tienen acá no llega a España, y cuando salen estas cosas no las pueden parar. Lo mismo pasó con Panamá Papers”.