¿Quién lleva la mochila de diciembre de 2013?
Ayer, Oscar González aseguró que la noche del 3 de diciembre de 2013 “fue imposible comunicarse con autoridades nacionales”. Esta mañana le respondió Sergio Berni: “El único que me llamó desde Córdoba fue el Dr. Luis Juez”. El exsecretario de Seguridad pidió que se periten los teléfonos y González dijo tener una carta con el detalle de las llamadas.
jueves, 16-mayo-2019

La versión del exsecretario de Seguridad chocó contra la brindada por Oscar González.
La fiscal Graciela López de Filoñuk impulsó una investigación de oficio por la responsabilidad política de el no envío de ayuda de fuerzas federales durante el amotinamiento policial de diciembre de 2013 en Córdoba e imputó a Sergio Berni, Jorge Capitanich y Cecilia Rodríguez. El exsecretario de Seguridad indicó hoy que “a nadie le gusta que lo imputen pero miro la parte positiva y se va a terminar con ese mito de lo que pasó en Córdoba”. “Estamos a las puertas de un escándalo porque va a quedar en evidencia toda la verdad”, puntualizó.
“Nos fue imposible comunicarnos con autoridades del gobierno nacional en horas que vivíamos momentos aciagos”, dijo ayer el exministro de Gobierno, Oscar González, quien declaró que “todas las llamadas fueron infructuosas: atendían secretarios, nunca logramos que respondieran a un llamado, Berni estaba en un programa de televisión y llegamos a llamar al canal”.
Berni negó los dichos de González: “Nunca nadie nos llamó, no nos dijeron nada. La única persona que me llamo para decirme que había un cuadro complicado en Córdoba fue el Dr. Luis Juez”. Según el exsecretario, le pidió a Juez que desde Córdoba se llamara dando la autorización para ingresar con fuerzas federales. “Si se pudo comunicar Luis Juez, se pudo comunicar cualquiera”, disparó Berni.
El especialista en seguridad recordó que “no fueron dos días sino que fue desde la tarde hasta la mañana del día siguiente, que llegó el gobernador al país y envió un fax solicitando fuerzas federales y automáticamente salimos para allá”.
Para González, “da la sensación de que hubo una decisión política de algún funcionario que dijo ‘déjenlos a los cordobeses que se cocinen en su propia tinta’”. Según reveló, el gobernador de aquel momento, José Manuel de la Sota “redactó de puño y letra una carta que le envió a Jorge Capitanich” en la que detallaba las horas de las llamadas y los números de teléfono desde los cuales se comunicaron.
“La fiscal puede pedir los análisis de todos los teléfonos de los cuales dicen los funcionarios que llamaron y se van a encontrar con la sorpresa de que no existió ningún llamado. Eso, con la tecnología de hoy, es algo factible, que va a dilucidar lo que pasó”, indicó Berni.