Ramona de Las Maravillas

Desde hace casi 30 años, Ramona Bustamante soporta los embates de la injusticia. En sus 94 años de vida, ya vio cómo una topadora y un tractor arrasaron, en dos oportunidades, con su ranchito ubicado en el paraje Las Maravillas. Con una tercera orden de desalojo dictada la semana pasada, la “mamá monte” vuelve a padecer un Poder Judicial patriarcal que defiende el agronegocio y desconoce la posesión de la tierra de quien se supo convertir en un símbolo de resistencia y lucha campesina.

 lunes, 8-marzo-2021

Desde el año 1993, Ramona Bustamante defiende su tierra y le hace frente a un Poder Judicial y político cómplice del agronegocio.


Un techo donde cobijarse, una tierra que trabajar y un cielo para admirar. Todes deseamos y necesitamos un lugar en el mundo. Ramona Orellano de Bustamante lo tiene: nació y se crio en un campo del paraje Las Maravillas ubicado al norte de la provincia de Córdoba. Próxima a cumplir 95 años, sufrió una batería de injusticias detrás de las cuales se encuentran los ruralistas Juan Carlos y Edgardo Scaramuzza que, no conformes con sus facturaciones millonarias, insisten en quitarle esa porción de tierra desde hace casi 30 años.

Luego de sufrir dos violentos desalojos a fines del 2003 y en pleno enero del 2004, el Poder Judicial patriarcal continúa defendiendo los intereses del agronegocio y desconoce la posesión de la mujer campesina. La semana pasada, la jueza Emma del Valle Mercado actuó con deslealtad y dictó una tercera orden de desalojo. “Nos dijo que mientras ella tuviera el caso, no nos iban a desalojar”, reveló Orlando Bustamante, hijo de Ramona, a ElDiarioAR. Una vez más, “la corporación de jueces masticando monte, sembrando soja y escupiendo dólares”, escribió Daniel Martínez, integrante de la Federación de Organizaciones de Base.

Desde el año 1993, Ramona Bustamante defiende su tierra y le hace frente a un Poder Judicial y político cómplice del agronegocio. alreves.net.ar

“Fue una noticia muy chocante pero la vamos a seguir peleando. No vamos a dejar que Ramona se vaya”, contó Lucía Amaranto de UCAN (Unión Campesina del Norte). “Cuando salió la noticia, le dije a su hijo ‘no le digas nada a la Ramonita, va a sufrir, se va a poner mal’. Inmediatamente Orlando me respondió: ‘no, la mami tiene que saber, ella sabe todo lo que pasa’”, relató el militante.

“Ramona está entera y con mucha fuerza”, aclaró orgulloso. “Pregunta todos los días qué va a pasar si la desalojan”, agregó la joven. Durante estos días estuvo acompañada de mucha gente que se acercó a brindar apoyo. La esperanza radica en lo colectivo: la lucha social continuará con una carpa de la resistencia y un juicio popular. “Vamos a sentar en el banquillo a ese Poder Judicial que no tiene nada que ver con el pueblo, a los empresarios sojeros y a todos sus cómplices. Y el veredicto lo va a dar el pueblo: una justicia popular”, sostuvo en diálogo con Al Revés.

No se arrodille que hay un pueblo atrás

A la espera de una decisión política que no la despoje de sus 150 hectáreas, Ramona es una incansable luchadora y, por sobre todas las cosas, una mujer trabajadora que representa un enorme símbolo de resistencia frente al poder patriarcal opresor que va adoptando diferentes máscaras según la ocasión. “Es una emoción conocerla y poder acompañarla en este momento”, expresó Lucía. “Ramona es nuestra madre. Es la mamá del monte”, definió Daniel.