Recargadísimos
El segundo semestre no dará respiro al bolsillo de los trabajadores, asalariados o no. Hay aumentos para todos los gustos (menos para el de quien los paga): luz, agua, gas, combustibles, prepagas. Y de allí, a la góndola.
jueves, 5-julio-2018

El gobierno pretende que los consumidores le paguen un extra a las distribuidoras por la devaluación del peso.
El segundo semestre vino con aumentos en tarifas nacionales y provinciales, servicios y combustibles. Algunos están cuantificados y en otros aguarda la sorpresa. Lo que no será sorpresa es que las subas pasarán de las boletas o el surtidor a las góndolas con más rapidez que un rebote de Ginóbili.
En el caso de los servicios públicos, el ministro de Energía, Javier Iguacel, anunció que en septiembre y octubre habrá un nueva suba del gas y la energía eléctrica, pero no dijo el porcentaje. Estos aumentos llegarán cuando los usuarios estén pagando las cuotas de las facturas de invierno, que se supone serán muy altas por las temperaturas frías.
En Córdoba, los clientes de la Epec pagan desde el 1 de julio el 7% promedio más por sus consumos, según lo que autorizó el Ersep. Los incrementos dispuestos a nivel nacional en la tarifa eléctrica también impactarán en la factura de la empresa provincial.
El agua corriente, que en la ciudad de Córdoba está concesionada al grupo Roggio (Aguas Cordobesas), a partir de julio rige un incremento del 10,3%. Por contrato, la empresa puede pedir un aumento cada seis meses, y hasta ahora se lo dieron siempre. Desde 2005, cuando Roggio renegoció el contrato con la Provincia, el agua aumentó el 1991%, según cálculos del legislador de Cambiemos Juan Pablo Quinteros. “Casi el triple de la inflación en igual período”, señaló.
En el caso de las naftas, desde el 1° de julio rige la suba de hasta el 15% en naftas y gasoil premium y del 5 al 8%, según las marcas, en los productos comunes (nafta súper y gasoil común). Las petroleras consideran que el precio interno está desfasado un 20% con respecto a los valores internacionales, y hacia ese parámetro irían los valores en surtidor. Con el dólar en alza, se cayó el acuerdo entre las compañías y el Gobierno nacional y, aunque no está claro de cuánto será el próximo ajuste, que lo habrá, lo habrá.
Por último, la cuota de las prepagas de medicina privada subirán un 7,5% a partir de agosto, para acumular un 19% de aumento en los primeros ocho meses del año. Este servicio impacta fuerte en la clase media, sobre todo en los trabajadores independientes y en los asalariados calificados, ya que el 20% de éstos transfiere sus aportes a una prepaga, pagando la diferencia. En doce meses, estas empresas aumentaron un 48% la cuota, mucho más que los salarios en igual plazo, lo que provocó un éxodo de afiliados a otros sistemas.