Resistiré
Lula no se presentó ante el juez Moro en Curitiba y permanece en el sindicato de metalúrgicos del ABC de Sao Paulo. Brasil y el mundo entero esperan que el máximo líder del PT hable mientras hay una gran incertidumbre sobre su destino inmediato.
viernes, 6-abril-2018

El pueblo sale en defensa de su máximo líder contra la proscripción judicial.
Iba a hablar a las 16, luego de haber decidido no presentarse en Curitiba, como lo había ordenado el juez Moro. El propio Lula había enviado ese mensaje a través de las autoridades del Partido de los Trabajadores, palabras que el pueblo brasilero y el mundo entero aguardan de un momento a otro.
Pero Lula no habló y lo único que se conoce hasta el momento es la información que deja trascender el expresidente a través de las autoridades partidarias. En tanto, una multitud se llegó hasta el sindicato metalúrgico en Sao Bernardo Do Campo, en San Pablo, para respaldar a Lula y transmitirle el apoyo de la militancia y de los sectores populares de Brasil, principales beneficiarios de sus políticas redistributivas.
Incluso el Movimiento Sin Tierra realizó cortes de rutas y otras acciones en repudio a las decisiones judiciales, que hoy volvieron a negarle otro habeas corpus que la defensa de Lula presentó ante el Supremo Tribunal de Justicia.
Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), afirmó que Lula se quedará en el sindicato. “Quiero dejar en claro que no hay, por parte de Lula, ningún incumplimiento del mandato de prisión expedido por el juez Sergio Moro. Él tenía la opción, dada por el juez, de ir a Curitiba: no ejerció esa opción. El está aquí. Es un lugar público.
Muchas personas saben dónde está, es decir todo el mundo sabe. Él permanecerá aquí con la militancia”.
Brasil arde, América Latina tiembla, el mundo entero espera las palabras de uno de los más brillantes oradores que la política mundial conoce, respaldado por el pueblo, cercado por el poder real que jamás le perdonará la experiencia de un Brasil más justo e igualitario. Mucho menos que lo vuelva a hacer desde la nación más poderosa e influyente del continente.