Saludcracia

Luego de que alrededor de 300 personalidades firmaran una denuncia al gobierno nacional por instalar una “infectadura”, hoy se conoció un documento en donde más de 17 mil científicos, intelectuales y profesionales de la salud defienden la cuarentena como medida excepcional ante la pandemia y llaman a la responsabilidad política, civil y periodística. También se sumó el ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien les retrucó que existe un gobierno de la "saludcracia".

 lunes, 1-junio-2020

El presidente Alberto Fernández reunido con el equipo de expertos del gobierno que fueron acusados de instalar una "infectadura". Para Agustín Rossi, el gobierno es una "saludcracia".


Mientras el mundo pierde una inconmensurable cantidad de vidas, un sector opositor discute sobre la legitimidad de la cuarentena. Luego de que alrededor de 300 personalidades del mundo de académico, científico y periodístico denunciaran, a través de una carta titulada “La democracia está en peligro” al gobierno nacional por instalar una “infectadura”, hoy se conoció un documento titulado “Un esfuerzo adicional para salvar vidas” en donde -nada más y nada menos – que 17 mil científicos, intelectuales, médicos y académicos defienden la cuarentena como medida excepcional – tanto para prevenir la propagación de la pandemia como para evitar muertes – cuando aún no existen vacunas ni tratamientos efectivos.

Quienes priorizan salvar vidas, argumentaron que hubo una declaración temprana del ASPO – Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio – en el país y que se logró una reducción de los casos diarios a prácticamente cero en 21 de las 24 provincias, además de que esto permitió ganar tiempo para multiplicar la capacidad del sistema sanitario y avanzar en la obtención de los tests para el diagnóstico de Covid-19. En el texto también advierten sobre la grave situación que existe en CAMA, AMBA y Gran Resistencia y la necesidad de no relajar la cuarentena en esos lugares puesto que es “inminente la saturación de las camas de terapia intensiva”. Finalmente, apelan a la responsabilidad política, civil y periodística en este difícil contexto. El texto lleva la firma de Ricardo Forster, Alejandro Grimson, Adrián Paenza, Felipe Pigna, Diana Maffia, Dora Barrancos, el infectólogo Omar Suedla y viróloga Andrea Gamarnik, entre otres.

Por otra parte, quienes se ubican en la vereda del frente del aislamiento, denunciaron que se “decretó una cuarentena en forma improvisada, sin presentar ningún plan ni una posible fecha de finalización”, que el presidente Alberto Fernández anunció que comenzaba “la hora del Estado”- lo cual fue entendido una posible “concentración del poder”- y que la bandera de “la salud pública” es una versión aggiornada de la doctrina de “seguridad nacional”, entre otras críticas. También le adjudicaron la responsabilidad en la muerte de Magalí Morales y el trabajador rural Luis Espinoza y denunciaron un “desdén por el mundo productivo” sin antecedente. La misiva que alerta que la democracia está en riesgo “posiblemente como no lo estuvo desde 1983” está firmada, llamativamente, por el negacionista de los 30 mil desaparecidos Darío Lopérfido, el antifeminista declarado Baby Etchecopar y el escritor antiperonista Juan José Sebreli, entre otras polémicas personalidades.

Las respuestas y contrarespuestas

Las respuestas de los funcionarios nacionales fue inmediata. El Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aclaró que el gobierno no es “procuarentena” sino “antimuerte” y calificó como irresponsables a quienes apoyaron la polémica carta. Por su parte, el ministro de Defensa, Agustín Rossi aseguró que no hay ninguna “infectadura”, sino una “saludcracia”. En tanto, el médico y asesor Pedro Cahn sostuvo que “colgar el mote de dictadura a los infectólogos o a un gobierno es violar el pacto democrático con el cual coincidimos más del 90% de los argentinos”.

Sandra Pitta, investigadora de CONICET que promovió la carta crítica del ASPO, expresó que hubo una interpretación “muy literal” del término infectadura. “Nosotros nos referíamos a que hay una construcción o un relato en torno a la pandemia”, intentó apaciguar. Quien no buscó calmar las aguas fue el ex secretario de Cultura y Medios de De la Rúa, Darío Lopérfido, que tildó de “fascista” a Santiago Cafiero, proyectó que “el gobierno está desmoronándose” y dijo que los fanáticos kirchneristas salieron “de modo casi vikingo” a insultar a quienes firmaron el documento. “Sabemos que no es gente que tenga muchos modales ni mucha urbanidad”, señaló desde su condición de clase.