Salvemos alguna vida

Una nueva muerte por aborto sacude al país y reafirma la necesidad de un marco legal que evite esta tragedia. Liz tenía 34 años, era madre de un niño de dos años y estaba internada en grave estado tras un aborto. Otra mujer se apagó en la clandestinidad.

 martes, 14-agosto-2018

Durante varios meses, los colectivos de mujeres reclamaron por sus derechos. Hoy, una nueva muerte les da motivos para continuar luchando.


El domingo por la noche, Elizabeth –se preserva su identidad- entró en grave estado a la guardia de un hospital, en el norte del conurbano bonaerense. ¿El motivo? Una infección, causada por el tallo de una planta de perejil, la cual utilizó para hacerse un aborto clandestino. Por la condición en la que estaba, los médicos le practicaron una histerectomía (cirugía para quitarle el útero) de urgencia. En el útero extirpado encontraron restos de la planta de perejil.

Luego, Liz fue trasladada a Pacheco, a un centro de mayor complejidad, donde finalmente murió en las últimas horas, según confirmó el periódico feminista LatFem.

El caso se suma a la joven muerta en Santiago del Estero a un día de que la mayoría de los senadores y senadoras rechazaran la legalización del aborto, que evitaría estas prácticas clandestinas y, por ende, estas muertes. Estas son las verdaderas dos vidas que se hubieran salvado si en nuestro país existiera el aborto legal, seguro y gratuito.

Según datos oficiales –incluso citados por ministros de salud de distinto color político- cada año hay 50 mil personas gestantes que son internadas en el sistema público de salud por realizarse abortos de manera insegura en la clandestinidad.

Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito publicaron un comunicado en el que responsabilizaron por la muerte de Liz “al Poder Ejecutivo Nacional y a lxs 40 senadoras y senadores que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida”. También apuntaron contra las autoridades provinciales por ser María Eugenia Vidal la “responsable de la implementación del Protocolo para la Atención Integral de las personas con derecho a la Interrupción Legal del Embarazo” y recordaron que la gobernadora dijo sentirse “aliviada” tras la no aprobación de la ley de legalización del aborto.

Antes de la muerte de Liz, desde la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, se publicó un comunicado en el que también señalaban a Vidal: “La clandestinidad es esto gobernadora, es lo que está viviendo esta mujer y su familia”.