Santiago, día 40: apareció el juez

El juez Guido Otranto, a cuyo cargo está la causa por la desaparición de Santiago, habló ayer públicamente por primera vez desde el 1° de agosto. El gobierno asegura que entregó "información, fotos y testimonios relevantes", casi un mes y medio después. ¿Más vale tarde que nunca?

 lunes, 11-septiembre-2017

El juez Guido Otranto adelantó que esta semana estarían los resultados de las pruebas de ADN.


Ayer se cumplió el día número 40 desde la desaparición de Santiago Maldonado y la principal novedad es la aparición en escena del juez Guido Otranto. El mismo funcionario judicial que libró la orden de despejar la ruta el 1° de agosto -sobre la cual se basó la represión aquel día y de la que se hizo abuso al ingresar al Pu Lof-, es el que lleva adelante la causa por la desaparición. Otranto se reunió con el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, quien le entregó “actuaciones de Gendarmería que mañana (por hoy) se van a poner a disposición de las partes”.

El juez, que habló públicamente por primera vez desde la desaparición de Santiago, dijo que son “testimonios que prestaron todos los gendarmes que participaron del operativo” y que fueron recabados en el sumario administrativo interno de la fuerza luego del hecho. Otranto expresó que “es esencial tener el resultado de las pruebas de ADN para saber en qué situación están los gendarmes”, o sea si los llama a declarar como testigos o como imputados. Consultado por los plazos de los resultados, el magistrado dijo que “esta semana deberían estar”.

Por otro lado, Otranto sostuvo que los primeros días no se rastrilló el terreno del otro lado del río -donde los mapuches argumentan que es “tierra sagrada”- porque “no había posibilidad de imponerse físicamente”. “En ese momento había un policía con un perro, otro labrando el acta y yo no estaba. Ellos eran muchos. No se decidió retirar el operativo porque ellos decían que del otro lado era tierra sagrada”, finalizó.



La nueva cantinela

El gobierno viró su estrategia del mutismo combinado con defensa cerrada de Gendarmería a la insinuación de la teoría de “se le fue la mano”, que cargaría una eventual responsabilidad sobre un gendarme o un grupo pequeño de efectivos. El ex presidente Eduardo Duhalde fue otro que, desde afuera del gobierno, deslizó esta posibilidad: “Tal vez les pudo haber pasado como nos pasó a Solá y a mí con el tema de Kosteki y Santillán, que se le va la mano a un tipo”.

En una entrevista con el diario Perfil, Duhalde exculpó al gobierno por el caso: “Si me dicen que Cristina mandó a matar a Nisman, yo no lo creo. O que este gobierno quiso matar a alguien, tampoco lo creo“.