Se ocuparon todo el mostrador
Un estudio del Observatorio de las Elites Argentinas reveló que 267 funcionarios del gabinete nacional mantienen cargos directivos en empresas privadas. Para Ana Castellani, socióloga e investigadora del Observatorio, sostuvo que “no es una cuestión azarosa sino un criterio de reclutamiento”.
martes, 7-agosto-2018

El gabinete de Macri, la mejor selección empresaria de los últimos 50 años.
La investigación del Observatorio de las Elites Argentinas Con el aporte de Socios.Red revela a las claras el perfil que le dio el macrismo al Estado nacional. Según la investigación, hay al menos 267 funcionarios que aparecen vinculados a 890 empresas privadas, tanto de nuestro país como del extranjero. La mayoría de los funcionarios tiene vínculos con varias de esas empresas al mismo tiempo.
Así, aparece algunos nombres con el Secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, hombre del riñón de Macri, con 33 participaciones, o Mario Quintana, vicejefe de gabinete que tiene ‘sólo’ 13 cargos directivos. “No es un fenómeno que responde a una cuestión azarosa de las trayectorias laborales sino a un criterio de reclutamiento particular. Se privilegia el perfil empresarial a la hora de construir gobierno”, sostuvo Ana Castellani, socióloga e investigadora del Observatorio.
Si hablamos de los ministerios con mayor cantidad de casos la respuesta es el Ministerio de Energía. “El caso de Energía es un caso clave. Es el que tiene más funcionarios con ese perfil en términos absolutos”, indicó Castellani. Además, es una cartera en la que se han encontrado gran cantidad de conflictos de interés: “Lo que pasó en el Ministerio de Energía fue una captura regulatoria: todo el lobby sectorial se convierte en política pública a lo largo de los dos primeros años de gestión”.
Si hablamos de porcentajes, los que muestran un índice más alto son Finanzas y Producción, pero la sorpresa es el Ministerio de Desarrollo Social: “Aparecen varios funcionarios de alto rango con participaciones en empresas privadas”, dijo la socióloga, y ejemplificó con el caso de Tomás Elizalde, secretario de Coordinación, que tiene más de 20 participaciones en empresas; o el caso de Gabriel Castelli, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, que tiene participaciones en Farmacity o HSBC.
Estos datos resaltan la alta exposición que tiene el gobierno argentino a los conflictos de intereses de los funcionarios en su relación con el Estado. Como remarca Castellani, “sin importar si renunciaron a sus cargos”, ya que el conflicto de interés puede aparecer igual.