Siembra vientos y cosecharás tempestades
El fallo del máximo tribunal en beneficio de un represor por la aplicación de la ley del 2x1 generó el repudio de todo el mundo y expresa un retroceso gigante en las políticas estatales de juicio y castigo a los genocidas, pero no es un hecho aislado y el punto de partida de este nuevo paradigma puede situarse en el sincericidio de Macri y el “curro de los Derechos Humanos”.
jueves, 4-mayo-2017

El fallo de los jueces generó un repudio unánime de la sociedad argentina
La decisión de la Corte Suprema de beneficiar con la ley más benigna al represor Luis Muiña, que va en contra de los fallos y la jurisprudencia que el propio tribunal venía utilizando, sacudió a una sociedad que masivamente se expresó en contra, salvo el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, que lo acompañó.
“El fallo es grave y abre la puerta a que los condenados en los juicios realizados en Córdoba por crímenes aberrantes, soliciten acogerse a este beneficio y puedan salir en libertad, porque muchos han estado bastante tiempo detenidos”, señaló a Al Revés una fuente importante de la Justicia Federal de Córdoba, que participó de estos procesos históricos.
Por su parte, Lyllan Luque, abogada de Hijos y querellante en los juicios que terminaron con condenas, dijo que “la Corte viola la ley para beneficiar a responsables de crímenes de Lesa Humanidad, habilitando a que los tribunales inferiores actúen en el mismo sentido. Pero este fallo hay que leerlo en un contexto en el cual el gobierno nacional desfinanció todos los equipos –tanto los que dependen del poder ejecutivo como del judicial-, que llevaban adelante los juicios en todo el país, y que han frenado muchos de esos procesos”.
Cortesanos del poder
Independientemente de las conjeturas que circulan sobre el cambio de comportamiento de los magistrados, que venían fallando de manera distinta en las causas de derechos humanos durante el kirchnerismo, el reciente fallo ocurre en el marco de un gobierno en el cual su Presidente habló del “curro de los derechos humanos” antes de llegar a la Casa Rosada, que puso en duda la veracidad de los 30 mil desaparecidos, donde el Episcopado argentino milita la “reconciliación” entre los familiares de las víctimas y los autores de las desapariciones y torturas, y el genocida Etchecolatz es beneficiado con la prisión domiciliaria. El clima cambió y la tormenta perfecta acaba de desatarse.