Siguen golpeando

Desde el gobierno interino de Bolivia aseguraron que "hay una celda con su nombre", en referencia a Evo Morales y a quien acusan de "buscar el poder a cualquier precio, pisoteando y matando de hambre a la gente". Así lo definió Arturo Murillo, el ministro de gobierno de Jeanine Áñez, y no dudó en calificar de "terrorista" al mandatario, derrocado por las fuerzas militares que le "sugirieron" renunciar a su cargo en diciembre pasado, en medio de un estallido de violencia y represión en todo el país.

 viernes, 17-enero-2020

El gobierno interino que asumió el poder luego del derrocamiento de Evo Morales, amenazó al mandatario con reservarle "una celda con su nombre" para cuando vuelva a Bolivia.


El gobierno interino de Bolivia, encabezado por Jeanine Áñez, continúa con la postura de criminalizar a Evo Morales y ahora lo califican como “terrorista”, mientras el ministro de gobierno de ese país, Arturo Murillo, aseguró que “hay una celda con su nombre” en caso de que intente regresar.

“Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo que es cuidar a la ciudadanía, (Evo Morales) dice que va a volver al país; que vuelva, tiene una ce>lda con su nombre en Chonchocoro donde debe ir cualquier terrorista”, declaró Murillo, en una entrevista publicada por el diario Página Siete.

El ministro respondió de esta manera a lo que días antes había dicho Morales sobre la conformación de milicias armadas, sobre lo que luego se retractó públicamente, en un comunicado publicado en sus redes sociales. “Mi convicción más profunda siempre ha sido la defensa de la vida y de la paz”, escribió y luego hizo un llamado “a la comunidad internacional para que haga todos los esfuerzos para garantizar el respeto a los derechos humanos”, apuntó el líder indígena, quien añadió que está convencido de que “la paz solo puede ser alcanzada a través de una democracia plena”.

Sin embargo, luego de la retractación, Murillo insistió en la condena pública a Evo y agregó que “el problema que tiene el señor Evo Morales es que su lengua es más rápida que su cerebro”, y acusó que el presidente derrocado quiso “incendiar al país”, además de que “en su corazón y en su alma tiene tintes de dictador” y que solo le motiva “el poder a cualquier precio”.