Sin sentencia firme, Lula deberá seguir en prisión

El ex presidente fue condenado en segunda instancia pero no tiene sentencia firme, por lo que podría aguardar en libertad la definición del caso. Sin embargo, tres de los cinco jueces del Supremo de Brasil votaron en contra del pedido de hábeas corpus de su defensa.

 miércoles, 26-junio-2019

Lula da Silva fue condenado a ocho años y 10 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero por el juez Sergio Moro, sospechado de conspirar con los fiscales para sacar al ex presidente de la contienda electoral y facilitar la llegada de Jair Bolsonaro al poder.


El Supremo de Brasil definió ayer con voto dividido que el ex presidente espere en la cárcel la decisión sobre el pedido de hábeas corpus presentado por su defensa. Después de agosto se trataría la denuncia por supuesta parcialidad del juez Sergio Moro, quien lo condenó en primera instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero, luego de que se revelaran los chats entre el actual ministro de Justicia y los fiscales que debían investigar el caso de Lava Jato.

Con tres votos contra dos, el Supremo Tribunal de Justicia de Brasil (STF) rechazó los dos pedidos de habeas corpus presentados por los abogados de Lula, aunque el segundo fue postergado para su tratamiento hasta después de la feria judicial de agosto.

El argumento de la defensa tiene como principal fundamento las sospechas sobre la imparcialidad del ex juez Sergio Moro en el juicio que condenó al ex presidente en primera instancia, luego de que se publicaran en el periódico The Intercept los chats y conversaciones del entonces magistrado y actual ministro de Justicia, con los fiscales que debían investigar las denuncias de Lava Jato.

Los jueces Gilmar Mendes y Ricardo Lawandowski votaron a favor de que Lula espere en libertad provisional mientras se investiga y trata el planteo de sus abogados sobre la parcialidad de Moro, una garantía prevista por la Constitución brasileña, pero Edson Fachin, Celso de Mello y Cármen Lúcia definieron la mayoría en contra y de esta manera se decidió que el ex presidente y líder de la izquierda del Partido de los Trabajadores permanezca en prisión.

Los dos habeas corpus presentados se referían a una apelación del fallo del (STJ) que confirmó la condena por corrupción pasiva y lavado de dinero en el caso del tríplex de Guarujá, pero fue rechazado por 4 votos a 1 porque el STF solo tiene competencias constitucionales y no penales. El segundo pedido, que se tratará después de la feria judicial, apunta en cambio al debate medular sobre la parcialidad de Sergio Moro y su animosidad contra Lula, además de poner en cuestión todo el armado de la causa de Lava Jato.