Sobornos de Temer

El presidente de Brasil fue grabado por el dueño del frigorífico JBS -el más grande del mundo- dando su aval para el pago de sobornos a Eduardo Cunha y Lucio Funaro -ambos detenidos por la causa Lava Jato- con el fin de comprar su silencio. El sistema político de Brasil, al borde del abismo.

 jueves, 18-mayo-2017

Temer se niega a dejar el cargo que ocupó después del golpe parlamentario a Dilma Roussef


Según relata el diario O Globo, Joesley Batista entró en el palacio de Jaburu -residencia oficial del vicepresidente- casi en secreto. Allí, se reunió a solas con el presidente Michel Temer y, con un grabador en el bolso, sacó el tema del pago de mensualidades a los detenidos por la causa Lava Jato, Eduardo Cunha y Lucio Funaro. La respuesta de Temer es una frase corta que hoy hace tambalear a todo el sistema político brasileño:

– Tenés que mantener eso, ¿viste?

Además, el presidente le aconseja hablar con un hombre de su confianza, el diputado Rodrigo Rocha Loures, para resolver un tema pendiente de su empresa. Batista quiso saber qué le podía contar a Rocha y Temer no dudo: “Todo”. Rocha Loures y el director del frigorífico JBS, Ricardo Saud, acordaron un pago de 500 mil reales semanales por veinte años -les ahorramos el cálculo: es un total de 114 millones de dólares-, a cambio de resolver una disputa con Petrobras por el precio del gas que ésta le vende a JBS en una central termoeléctrica de su propiedad. Sólo se hizo el primer pago, que fue filmado por la Policía Federal y está en manos de la Justicia.

Otra grabación presentada en ámbitos judiciales muestra a Aécio Neves pidiendo a los dueños de JBS una ayuda de 2 millones de reales para pagar su defensa legal en la causa Lava Jato, en la que está involucrado. Neves, del PSDB, fue candidato a presidente en 2014 y perdió en el balotaje frente a Rousseff.

Joesley Batista y otros seis delatores llevaron grabaciones a la Procuraduría General de la República (PGR) que muestran todo un sistema de pago de sobornos en las más altas esferas del gobierno de Brasil. A partir de este escándalo, la oposición ha ingresado dos pedidos de impeachment (destitución) contra Temer en el parlamento. El presidente, que accedió al poder mediante un golpe de Estado institucional contra Dilma Rousseff, cuenta además con un nulo apoyo popular: una encuesta del mes pasado le da un 87 % de rechazo y sólo un 4 % de aprobación.