Sólo para fanáticos

El sábado se cumplen cinco años de la muerte de Alberto Nisman y al acto organizado frente al Teatro Colón no irá ni la familia, ni la Asociación de Fiscales y tampoco adherirán la Amia ni la Daia. Convocan Patricia Bullrich y Lilita Carrió, que desde las redes sociales están militando el encuentro y fogonean la manifestación como un reclamo de justicia. Sara Garfunkel, madre del fiscal fallecido, tampoco se sumará al acto, que viene marcado por un fuerte sesgo político opositor.

 jueves, 16-enero-2020

El sábado será el acto convocado por Lilita Carrió y Patricia Bullrich, entre otros políticos de la oposición, en el quinto aniversario de la muerte de Alberto Nisman.


El quinto aniversario de la muerte de Alberto Nisman se cumplirá mañana en medio de un clima extraño de investigación estancada, revisión de las pericias y con el estreno de la serie de Netflix reinstalando el tema y abriendo más preguntas en torno al caso. Mientras tanto, el sábado a las 18, en la plaza del Vaticano frente al Teatro Colón, la oposición encabezada por Patricia Bullrich y Lilita Carrió convocan a un acto de consigna conmemorativa y trasfondo político, al que solo asistirán los más fanáticos de la versión que apunta a la responsabilidad del gobierno de Cristina Kirchner como ideóloga del supuesto asesinato. Ni la familia de Nisman, ni la Asociación de Fiscales, ni la Daia ni la Amia adherirán al acto, en un vacío que sugiere fisuras en el frente que en 2015 convocaba a las denominadas “Marchas del Silencio”.

Desde su cuenta de Twitter, Lilita Carrió comenzó ayer a fogonear el acto, en una serie de seis mensajes en las que se define como una “judía espiritual” y asegura que la muerte del fiscal fue “un crimen político”. “Frente a las múltiples declaraciones antisemitas en las redes sociales, me declaro judía espiritual y expreso que tales voces sólo reflejan odio, resentimiento y antihumanidad”, escribió la diputada.

“Yo hago un mea culpa de que le di el arma a Alberto, pero hacerme cargo de que fui parte de un plan, parte de los servicios o astronauta no puedo hacerme cargo de eso”.

Diego Lagomarsino

“El asesinato de Nisman fue un crimen político. Donde el gobierno de CFK estuvo claramente implicado. Según consta en nuestras denuncias de febrero y marzo del año en que sucedió el asesinato de Nisman”, agregó y con respecto a la ausencia de las instituciones judías en el acto, dijo que no le extraña que no asistan el sábado “ya que los que planteamos la nulidad por inconstitucionalidad del pacto fuimos nosotros en nuestro dictamen en la comisión de asuntos constitucionales”. “Y fueron jóvenes de DAIA y la propia comunidad la que obligó a las instituciones a tomar una postura coherente”, escribió. “A los crímenes de estado y a todos los crímenes hay que ponerle el cuerpo como simple testimonio de aquella frase de Isaías que dice ‘Justicia perseguirás’. Convoco como ciudadana comprometida con el humanismo y la justicia al acto en memoria del crimen de estado, el día sábado a las 6 de la tarde en la plaza Vaticano al lado del teatro Colón”, concluyó.

Entre los nombres probables de los oradores del acto del núcleo más duro que sostiene la teoría del asesinato político, aparecen los nombres de Patricia Bullrich y Waldo Wolf, dos de los ex diputados que tenían bancas durante 2015, y cuyos nombres aparecen entre la lista de los últimos llamados recibidos por Nisman en las horas previas a su muerte, y que auspiciaban la denuncia que el fiscal iba a presentar en el Congreso.

Lagomarsino, el esclavo

El técnico informático Diego Lagomarsino, único procesado como cómplice en la investigación por la muerte de Alberto Nisman, aseguró que la psiquiatra que lo está tratando está analizando la relación que mantenía con su ex jefe como la de “amo y esclavo”. “Alberto era un jefe mío, tenía mucho poder sobre mí, yo a lo mejor lo trataba de vos”, dijo en una entrevista publicada por diario Perfil. También reconoció que en sus cuentas había dinero de Nisman, de su madre Sara Garfunkel y de la hermana del fiscal y que también se quedaba con parte del sueldo mensual que cobraba como técnico.

“Alberto me metió en problemas cuando me pidió el arma. Uno de los custodios, Benítez, declaró que también a él le pidió un arma esa mañana. Benítez hoy está procesado porque dicen que es parte del plan por decir que a él también le pidió un arma”, relató. “Yo hago un mea culpa de que le di el arma a Alberto, pero hacerme cargo de que fui parte de un plan, parte de los servicios o astronauta no puedo hacerme cargo de eso”, agregó.