“¿Somos una democracia o una teocracia?”
A un día del debate en el Senado, el exministro de Salud, Ginés González García, reafirmó su postura a favor de la legalización del aborto y rechazó la influencia eclesiástica en la discusión. Destacó la aparición de “un movimiento sociopolítico transversal sin identidad partidaria: las mujeres y los jóvenes”.
martes, 7-agosto-2018

La Cámara de Senadores de la Nación se enfrenta a un debate que puede quedar en la historia como el que consagró una formidable ampliación de derechos en nuestro país o el que trabó esa posibilidad. De cualquier modo, el recorrido de la discusión ya es una victoria en sí misma para los sectores que la impulsaron. Para el exministro de Salud, Ginés González García, sea cual sea el resultado de la votación “hay una cosa interesantísima y muy positiva” en Argentina: “Apareció un movimiento sociopolítico transversal sin identidad partidaria: las mujeres y los jóvenes”.
Para el médico, este movimiento “asegura que si no se suceden mañana, estas modificaciones van a suceder en muy corto tiempo”. En esa dirección, reafirmó su postura a favor de la legalización, pidiendo “que el aborto deje de ser un delito, que deje de ser clandestino, que deje de ser causa de muerte”, lo cual generaría, según expresó, una igualdad ante la ley de las mujeres: “Que no haya un aborto de las mujeres con dinero y un aborto de las mujeres sin dinero”.
A la hora de analizar el desarrollo del debate, González García consideró que “esto empezó siendo un debate pero en las últimas semanas terminó siendo un combate”. “De un lado están las razones, lo que dice la ciencia, lo que es útil para cambiar los peores indicadores sanitarios; y del otro lado está la nada, en el sentido de decir no, no, no y no. Que sigan pasando las cosas que pasan y sigamos siendo hipócritas”.
Se mostró muy crítico de la actuación de la Iglesia, y opinó que “es increíble la agresividad que tuvieron estos sectores a partir del éxito del proyecto en Diputados”. Respecto a las presiones que ejercen para bloquear la ley, se preguntó: “¿Somos una democracia o somos una teocracia donde se hace lo que quieren las religiones? No puede ser que la ley civil esté subordinada a leyes religiosas. Eso pasa en pocos países del mundo. Y acá puede pasar eso”.