Terceras marcas, reemplazos de reemplazos y “50 pesos de queso”
El Centro de Almaceneros cree que en octubre impactará todavía el aumento del combustible de septiembre. Los cambios en las formas de comprar de los cordobeses dejan expuesto el empobrecimiento de la calidad de vida. "La clase media elige quirúrgicamente, los pobres dejan de consumir", dijo Vanessa Ruiz.
jueves, 18-octubre-2018

Los alimentos subieron un 7% en septiembre según el Indec, un porcentaje muy similar al que calculó el Centro de Almaceneros de Córdoba, cuyo relevamiento del mes dio un aumento del 7,04%.
El dato encubre que productos básicos como el arroz, los fideos y el pan aumentaron entre el 16 y el 20%. “Todos los productos de alto consumo y rotación subieron muchísimo”, dijo al portal Al Revés la presidenta de Almaceneros, Vanessa Ruiz, para quien en octubre no habrá descenso de los precios porque la industria aún no aplicó todo el impacto del aumento de los combustibles de septiembre. “Las gaseosas, que son un producto de temporada, vinieron con un aumento del 15%”, señaló como ejemplo.
Ruiz destacó que en Córdoba los altos precios de los alimentos produjeron varios cambios de hábitos nutricionales en la población, con más dramatismo en los más pobres. Las estrategias que pusieron en marcha los consumidores son varias, y todas van en detrimento de la calidad de vida y de la salud.
Primero, optaron por segundas y terceras marcas de la misma firma, dejando de lado las primeras marcas. “Esto hace dos años que viene sucediendo”, indicó Ruiz.
Por otra parte, se reemplazaron alimentos por otros con la misma función, pero más baratos. “Pero en los últimos meses, hasta los reemplazos se dejaron de consumir y fueron reemplazados”, dijo. “La carne de vaca se reemplazó por pollo, pero estamos viendo que ahora hay sectores que compran la alita de pollo, o los menudos, que son lo más económico”, afirmó la directiva. También son los menos saludables, por su alto contenido de grasas. Otro reemplazo que el Centro de Almaceneros tenía registrado en Córdoba era “huevos por queso”, fundamentalmente en la preparación de alimentos. “Era un claro reemplazo, pero ahora el huevo está muy caro y también se dejó de comprar”, se lamentó. Una docena de huevos en supermercados supera los $70, aunque en los barrios se consigue el maple de 30 huevos pequeños a $100.
Por último, en los almacenes las compras ya no hacen por cantidad sino por disponibilidad de dinero. “Antes se compraba un kilo o medio kilo de pan, ahora se compran 20 o 30 pesos de pan, lo que se tenga, o 50 pesos de queso fresco”, graficó. Claramente, es la compra para el día.
Otro hábito de consumo que cambió (para mal) desde hace varios meses es la adquisición de productos “a base de” como leches y yogures rebajados al 40%.
“Estamos en época de yogures, pero la venta no repunta, como tampoco la de quesos. Si la clase media elige quirúrgicamente qué lleva, los sectores más pobres dejan de comprar porque no tiene elección posible”, agregó.