Todos unidos cobraremos

Los gobernadores peronistas se reunieron para evaluar una estategia común ante la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia decida quitar el tope al Fondo del Conurbano, y eso afecte los recursos de coparticipación del resto de las provincias para favorecer a Buenos Aires. Sin la presencia de Alilcia Kirchner, Alberto Rodríguez Saa y Mario Das Neves, postergaron una definción partidaria en caso de que CFK gane las elecciones legislativas.

 viernes, 4-agosto-2017

Los gobernadores buscan impedir que Buenos Aires se lleve parte de la coparticipación que reciben.


“No estamos dispuestos a ceder ni un centavo de lo que corresponde” guapeó el tucumano Juan Manzur en la rueda de prensa que dieron 12 gobernadores peronistgas en la Casa de Entre Ríos, del que también participó el jefe del bloque de senadores, Miguel Angel Pichetto, y al que faltaron por distintos motivos Alicia Kirchner, Alberto Rodríguez Saa (los más cercanos a CFK) y Mario Das Neves.

La preocupación de todos es la misma: no resignar recursos coparticipables si la Corte Suprema de Justicia falla a favor de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, quien hizo una presentación ante el máximo tribunal para que se elimine el tope del Fondo del Conurbano, lo que significaría una transferencia millonaria para las arcas de la principal provincia argentina, sin saber que le tocaría al resto de los 50 mil millones de pesos en juego.

El fondo en conflicto se creó en 1992 y se financia con el 10 por ciento de la recaudación del Impuesto a las Ganancias, pero desde 1996 tiene un tope de 650 millones de pesos que nunca se actualizó. Ese tope es el que quiere eliminar Vidal y los mandatarios temen que esos recursos salgan de sus presupuestos.

Lo partidario, después de octubre

Si la coincidencia entre todos fue total en lo que respecta a la posición sobre el inminente conflicto por los recursos coparticipables, la reunión no sirvió en cambio para unificar posiciones sobre el futuro político del espacio. “Esta elección es provincial y cada distrito tendrá un resultado que va a representar lo que piensa la gente”, dijo al respecto el salteño Juan Manuel Urtubey, de inmejorable sintonía con Macri y rabioso anti cristinista, a pesar del fuerte apoyo económico recibido durante la gestión anterior.

“No hay líder que conduzca el peronismo y por eso debemos debatir cómo hacer un peronismo más democrático y abierto”, sugirió Schiaretti, otro que se muestra nervioso ante los buenos números de la ex presidenta en las encuestas. Bordet, de Entre Ríos, fue más cauteloso y planteó que “se necesita un debate en el peronismo para que vuelva a ser democrático e incluya a los dirigentes que se fueron del PJ y así poder construir una alternativa de gobierno para el 2019”.

Los más cercanos al kirchnerismo, como Peppo, de Chaco, no cerraron la puerta al liderazgo de Cristina: “existe la necesidad de un debate para renovar el partido” y admitió que si la ex presidenta gana en la provincia de Buenos Aires será “parte del acuerdo” después de octubre. Como buen peronista, y más allá de las simpatías y los posicionamientos, el chaqueño conoce una regla de oro en el movimiento: el que gana conduce y el resto se subordina. Y en Buenos Aires vive el 40 por ciento del padrón electoral.