Un halcón yanqui aterriza en Venezuela
Elliott Abrams, el nuevo enviado especial de Washington al país caribeño, es un hombre que está vinculado a los regueros de sangre que Estados Unidos dejó por Centroamérica en los ’80 y en Medio Oriente en los ’90 y ’00. Fue juzgado por ocultar información al Congreso, luego indultado por George Bush padre y contratado como asesor por George Bush hijo.
jueves, 31-enero-2019

Elliott Abrams junto a George Bush. Era su asesor en el tema Oriente Medio cuando fue la invasión a Irak.
El presidente norteamericano Donald Trump decidió que uno de los hombres de la línea dura sea el encargado de ir como representante de su gobierno a Venezuela. Se trata de Elliott Abrams, un ‘halcón’ de larga trayectoria, con injerencia en varios de los conflictos en los que Estados Unidos estuvo involucrado repartiendo muerte alrededor del mundo.
En primer lugar, hay que decir que Abrams ya conoce el terreno: estuvo vinculado al intento de golpe de Estado contra Chávez en el año 2002, cuando era asesor del gobierno de Bush hijo. Finalmente, el golpe no tuvo éxito y Chávez regresó al poder luego de 48 horas.
Sin embargo, este no fue el único recuerdo que dejó en el continente americano al sur de la frontera estadounidense. Defendió al dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, condenado por genocidio en 2013. En su paso por la administración Reagan, en 1981, intentó minimizar y ocultar lo la tragedia de El Mozote (El Salvador) en la que estuvo involucrado. Allí, fuerzas del Ejército que perseguían a contrainsurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ejecutaron a unas mil personas que vivían en esa localidad. Abrams elogió a los asesinos e intentó minimizar los hechos, algo que quedó plasmado en un informe de Human Rights Watch.
Luego, fue condenado en 1991 por esconder información al Congreso, luego de que se destapara el escándalo Irán-Contra. La administración de Reagan le vendía armas a Irán para luego, con esos fondos, financiar a la guerrilla Contra, que luchaba contra el gobierno sandinista en Nicaragua. George Bush padre lo indultó y Abrams salió indemne.
“Es un criminal de guerra y cómplice de genocidio”, fue la definición que dio el periodista de investigación Allan Nairn, entrevistado por Democracy Now.
Además, era asesor de Bush hijo en todo lo vinculado a Medio Oriente en 2003, cuando se produjo la invasión a Irak. Medios estadounidenses señalan que su rol en esa intervención militar también fue relevante.
Ahora, Abrams vuelve a la carga. Estuvo reunido con miembros de la oposición venezolana junto al vicepresidente estadounidense, Mike Pence. “Elliott será un verdadero activo en nuestra misión de ayudar al pueblo venezolano a restaurar plenamente la democracia y la prosperidad en su país”, fueron las palabras del secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo. Su prontuario, manchado con sangre de varios continentes, indica todo lo contrario.