Un loco de la guerra
Un piloto veterano de la fuerza aérea francesa dedicó un castillo entero a su colección de 110 aviones de combate, que atesora desde el final de la guerra y salvó de que fueran destruidos.
martes, 3-septiembre-2019

Michel Pont dedicó dos hectáreas de un castillo en la Borgoña para montar un museo con 110 aviones de combate de todo el mundo. Unas 40.000 personas lo visitan cada año.
Michel Pont tiene 87 años y un castillo en Savigny-les-Beaune, en la región de BOrgoña, un paraíso de naturaleza e historia en el que conserva una colección de 110 aviones de combate de todo el mundo y que atesora como la mayor de sus posesiones.
En el castillo, que heredó en la década de 1980, este piloto veterano de la fuerza aérea francesa y ex combatiente, organizó en dos hectáreas la disposición de un museo a cielo abierto de la colección de aeronaves, a la que se suman además un total de nueve museos dedicados a 200 motos antiguoas, 36 autos de carrera, un helicóptero soviético, un aerodeslizador de siete décadas y un espacio dedicado a antiguos camiones de bomberos.
Por su dimensión y por el estado de conservación, la colección ingresó al Libro Guinness de los Récords como el más grande del mundo, que se financia con los ingresos que Pont tiene por sus viñedos y también por las entradas que cobra para ingresar a los museos, que son visitados por unas 40.000 personas cada año.
“Coleccionar aviones de combate es muy diferente de coleccionar postales o sellos. Soy expiloto de la fuerza aérea, así que tuve la oportunidad de conocer a los colegas y ver los aviones que tenían. Así es como atrapé el vicio y empecé a comprar aviones en Francia”, dijo Pont en la entrevista de rigor que incluyen las publicaciones en el Guinness. “Son objetos que ya nadie más quiere. Si no hubiera estado lo suficientemente loco como para comprar estos aviones, todos habrían sido cortados en pedazos y convertidos en barras de aluminio”, aseguró.