Un mundo de fantasía

El presidente Mauricio Macri inauguró en el Congreso el 136 período de sesiones ordinarias y una vez más apeló a un relato que no se condice con los datos objetivos que ofrecen sus dos primeros años en el gobierno. Lo “peor ya pasó”, sostuvo el presidente, quien prometió una inflación más baja, que el país “seguirá creciendo” y que “vamos a dejar de endeudarnos”. También se pronunció “a favor de la vida” en relación a la despenalización del aborto, y anunció el envío de un proyecto de ley para regularizar el trabajo en negro, entre otros temas.

 jueves, 1-marzo-2018

En plena estrategia reeleccionista, Macri apeló a la "verdad" y al "camino correcto".


Mauricio Macri inauguró hoy en el Congreso el 136 período de sesiones ordinarias, y lo hizo siguiendo el estilo Cambiemos: sin gente ni mística en las calles vivando al primer mandatario, y apelando a un mañana “maravilloso” que nunca llega. Al relato económico con datos contrarios a los que ofrecer la realidad, el Presidente le sumó una cerrada defensa a la cultura offshore que lo atraviesa a él y sus principales espadas del gabinete, su rechazo a la despenalización del aborto y el anuncio del envío al Parlamento de un proyecto de blanqueo laboral que debería preocupar a su ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

“No estamos acá para beneficiarnos” dijo, con el ministro de Finanzas, Luis Caputo, sentado a su izquierda. Con una inflación que el año pasado fue del 24%, 8 puntos más de la pronóstico oficial, y un ritmo que en el primer bimestre del 2018 pone en jaque la pretención oficial de cerrar paritarias del 15% para el resto del año, Macri insistió en que “la inflación va a seguir bajando”.

En una economía en la que se pierden puestos de trabajo industriales, resaltó que “vamos a seguir creciendo”. Los datos de un Indec que tampoco goza del prestigio prometido, señalaron que en el 2017 la economía creció un 2,8% impulsada por la pesca, la construcción (obra pública) la intermediación financiera y el sector agrícola ganadero (los ganadores del modelo) pero con 66.310 puestos de trabajo menos en el sector manufacturero, que representan un 5,6 por ciento del empleo sectorial total.

Elogiando el “gradualismo” en materia económica, el Presidente cuestionó a “los que nos critican por ir demasiado lento y de los que nos critican por ir demasiado rápido. Yo les digo que acá vinimos a reducir la pobreza y que va a bajar el déficit fiscal”. Con el endeudador serial en primera fila, el jefe del gobierno que más se endeudó en el menor tiempo posible del mundo, se comprometió a “dejar de endeudarnos” para “convertirnos en un país confiable”. ¿Será por eso que emitió un bono a 100 años?

Derroche de optimismo

Con muchos de los diputados de la oposición vistiendo el pañuelo verde que identifica a la Campaña por un Aborto Legal, Seguro y Gruito, Macri se refirió a la interrupción voluntaria del embarazo, un tema que cobró fuerza en los últimos días de cara al 8M, dejando en claro su postura antiabortista: “Estoy a favor de la vida, pero también de los debates maduros”.

Entre las noticias positivas se destacan la promesa de enviar un proyecto de blanqueo laboral y la extensión por días de paternidad para los varones. Como era de esperarse, defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, cuestionado desde diferentes sectores sociales, políticos y jurídicos luego de su cerrada defensa del policía Chocobar, y remató con su frase de cabecera: “Nos necesitamos todos y nos necesitamos juntos. Nuestros verdaderos enemigos son la resignación y la indiferencia. Animémonos a derrotarlos con entusiasmo, con coraje, con fuerza. Con esta idea en mi cabeza y con este sentimiento en mi corazón, declaro inaugurado el período de sesiones ordinarias de este Honorable Congreso de la Nación”. Sus diputados lo despidieron en la misma frecuencia al ritmo de “Sí, se puede”.



Otra película

El discurso de Macri generó las lógicas respuestas por el lado de la oposición. Agustín Rossi, jefe de la bancada del FPV, afirmó que las palabras presidenciales estuvieron “disociadas de la realidad” y consideró que uno de los principales anuncios que debió hacer el jefe de Estado fue el retiro de su mega decreto de necesidad y urgencia con el que en enero pasado modificó 192 leyes y normas, pasando por alto al Congreso.

En tanto, Felipe Solá, del Frente Renovador, fue más crítica aún: “Me duele venir una vez por años a escuchar a Macri hablando de otro país. La realidad del país es ajena a lo que dice el presidente”.

Una mirada similar compartió Néstor Pitrola, del Frente de Izquierda: “Macri avanza en un discurso autista, de espaldas a la crisis de deuda, de comercio exterior, a las tendencias devaluacionistas, a la inflación y la crisis energética, de espaldas a la caída del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones”.

Lo “peor ya pasó”, dijo un Macri en un derroche de optimismo. “Lo que estamos haciendo puede funcionar, está funcionando”, agregó en otro pasaje de su discurso. Para los más ricos y poderosos del país, no caben dudas. Pero las grandes mayorías populares tendrán que esperar ese segundo semestre que nunca llega.