Una bomba de humo xenófoba

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia aclaró que "no ha recibido ningún proyecto de convenio" de reciprocidad en la atención médica gratuita por parte del gobierno argentino y que este tema no estaba en la agenda bilateral consensuada hace pocas semanas. Además, el comunicado cuenta que el embajador argentino en Bolivia "expresó disculpas" al vecino país.

 miércoles, 28-febrero-2018

Una tensión inesperada: el gobierno argentino torció la realidad para impulsar su idea de cobrar la atención médica a extranjeros.


Ayer, el macrismo salió a instalar el tema en la agenda mediática: quiere impulsar una medida para cobrarle la atención médica a extranjeros, apuntando principalmente a los que vienen de países limítrofes. Uno de los argumentos fue que Bolivia había rechazado firmar un convenio de reciprocidad, algo que fue negado por el gobierno boliviano a través de su cancillería.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, aclara que no ha recibido ningún proyecto de Convenio en materia de Asistencia Médica por parte del Gobierno argentino”, reza el documento. Además, cuenta que sólo recibieron “una nota verbal” planteando “la intención de suscribir un convenio”, a lo que el gobierno boliviano respondió “haciendo referencia a la normativa vigente” en ese país. Es decir, no hubo negativa, sólo plantearon cuál es la norma actualmente.

Por otra parte, la cancillería boliviana puntualizó que la agenda bilateral “fue revisada en detalle” en la Reunión Técnica Bilateral Bolivia-Argentina, realizada el 15 de enero de este año, “no habiendo sido este tema incluido por la parte argentina”. Entonces, llama poderosamente la atención que pocas semanas después haya una avanzada tan virulenta en este sentido.

Según el documento, funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia se reunieron con el Embajador argentino, Normando Álvarez García, quien “luego de ofrecer explicaciones por el manejo mediático del tema, expresó disculpas al gobierno de Bolivia por los inconvenientes ocasionados“. Es decir: a la misma hora que Marcos Peña impulsaba el arancelamiento ante las cámaras de todo el país, el Embajador argentino en Bolivia ya estaba pidiendo perdón.

Por último, el comunicado oficial del gobierno boliviano aclara que “se encuentra dispuesto a analizar cualquier propuesta que se plantee en el marco de la práctica diplomática y los mecanismos bilaterales”.