Una foto que duele

Según un estudio de Unicef en base a datos del Indec del año 2016, el 47,7 % de los niños en Argentina son pobres, casi un 20 por ciento más que la población en general. En números fríos, 5,6 millones no acceden a la canasta de bienes y servicios, y, de ese total, 1,3 son indigentes.

 jueves, 8-junio-2017


El estudio, que no se puede comparar con años anteriores por los cambios metodológicos que implementó el Indec en la gestión Macri, muestra la peor cara del actual sistema económico: el 47,7 por ciento de los hogares en donde residen niñas, niños y adolescentes no cuenta con suficientes ingresos para acceder a la canasta de bienes que define la línea pobreza. El dato está por encima del 29,7 por ciento de pobreza que afecta al conjunto de la población..

“El 47,7 por ciento de los niños, niñas y adolescentes que son considerados pobres por Unicef, se eleva a 85 por ciento cuando el niño reside en un hogar cuyo jefe o jefa está desocupado”.

Informe de Unicef sobre datos del Indec de 2016.

“Además, la pobreza extrema afecta al 10,8 por ciento de los niños y adolescentes del país, frente al 5,6 por ciento de la población general. En términos absolutos, esto implica que hay en la Argentina 5,6 millones de niñas y niños en situación de pobreza monetaria, de los que 1,3 millones están en situación de extrema pobreza, es decir que residen en hogares cuyos ingresos son insuficientes para adquirir una canasta básica de alimentos.

Según el investigador de la UMET, Daniel Schteingart, el Indec encareció la canasta en un 35 por ciento, lo que llevó a que el nivel de pobreza subiera 12 puntos . El cambio de medición, además, impide la comparación con los valores previos de la serie de pobreza, con lo cual el gobierno se ahorró mostrar el deterioro de la situación socioeconómica en 2016 frente a 2015.

Los datos indican además, que este 47,7 por ciento de los niños, niñas y adolescentes que son considerados pobres por Unicef, se eleva a 85 por ciento cuando el niño reside en un hogar cuyo jefe o jefa está desocupado. La diferencia es también muy importante entre los niños y adolescentes que dependen de un jefe o jefa de hogar que cuenta con un empleo registrado, en donde la pobreza es del 26,9 por ciento, frente al jefe o jefa con trabajo informal, que implica que la pobreza en los niños se eleva al 64,8 por ciento .