Una Meca desencantada
La imagen de Macri en Córdoba viene en picada, como el gobierno que conduce desde hace 3 años. Por primera vez desde 2015 es mayor la valoración negativa que la positiva, que va del 20 al 43% según las encuestas. Igual, la decepción no es capitalizada por otra figura nacional y sigue rindiendo la estrategia presidencial de echar la culpa a otros por la crisis que pega duro en la inmensa mayoría de argentinos.
jueves, 29-noviembre-2018

Camilo Ratti
Córdoba ya no es la Meca de Macri. La Provincia que fue clave en su triunfo en el 2015 y a donde buscó refugiarse cada vez que las papas quemaron, empieza a expresar su desencanto por una crisis que pega duro en casi todos los sectores económicos y hace estragos entre los más vulnerables. “El motor del cambio, donde empezó la transformación de los argentinos”, como le gustaba remarcar al Presidente en sus incursiones mediterráneas, empezó a perder aceite.
Los números de las encuestas siempre varían, porque dependen de la metodología, el universo encuestado y el momento elegido. Pero el dato es que por primera desde que llegó a la Casa Rosada, la imagen negativa del actual inquilino es mayor que la positiva entre los cordobeses.
Las consultoras IDECO y Managment & Fit midieron en octubre al Presidente, y Gustavo Córdoba lo había hecho unos meses antes, con resultados similares. La primera consultora, a cargo de Roberto Schreiner y Santiago Druetta, realizó un trabajo de campo durante 25 días, con encuestas domiciliarias con más de 70 preguntas.
En dicha encuesta, Macri cosechó un 20% de imagen positiva y un 40% de negativa, que se suma a otro 40% que desaprueba su gestión pero no identifica otro dirigente nacional capaz de sacar al país de la crisis. No significa que confíe en Macri como el piloto de tormenta, pero tampoco encuentra reemplazantes a la vista.
En tanto, Managment & Fit realizó una encuesta telefónica con 800 casos de diferentes edades en Córdoba capital y ciudades del interior entre el 23 y el 30 de octubre pasado, y el resultado confirma que los cordobeses no son ajenos al descontento nacional. Según el trabajo coordinado por Mariel Fornoni, un 42% aprueba la gestión del Presidente y un 55,9% la desaprueba.
Gustavo Córdoba y Asociados no tenía datos de octubre, pero en diálogo con Al Revés, advirtió que en sus últimas mediciones “un 54% de los cordobeses rechazan a Macri y un 45% lo sigue acompañando”. Según el consultor político, el líder de Cambiemos no está bien a nivel nacional, donde la reprobación de su gobierno llega al 60%. “De ninguna manera la provincia de Córdoba va a hacer la diferencia que hizo en el 2015 para que Macri llegar a la presidencia”, sostuvo Córdoba.
El adelantamiento de las elecciones provinciales para el 12 de mayo agrava este escenario en las huestes de Cambiemos, que no solo deberán resignar vacaciones para definir una candidatura que será a capa y espada, sino porque no hay ningún indicio de que la economía argentina vaya a salir de la recesión durante el primer semestre del 2019. Por más que Christine Lagarde prometa que eso ocurrirá en el segundo trimestre del año próximo.
Los números no le sonríen a Macri en Córdoba, que fue un territorio clave para Cambiemos.
Capitán se busca
El trabajo de Schreiner tuvo un enfoque cualitativo, porque el objetivo era conocer el grado de expectativa de los cordobeses ante un dirigente que convirtió a Córdoba en su búnker de campaña, y si éste era la persona capaz de timonear una crisis provocada por las mismas políticas erráticas de su gestión. “Nadie está capitalizando los errores del gobierno”, explicó el consultor a este portal.
Ante la pregunta de si era posible solucionar la actual recesión, la mitad de los encuestados dijo que no. “Del 75% de votantes de Macri en el 2015, un 42% dijo que sí, y un 48% que no. Lo ven mal pero le siguen teniendo fe”.
Además, del 72% de cordobeses que lo votaron en el 2015, hoy volverían a hacerlo un 68%. “El otro 32% de los que lo votaron hace tres años no volvería a hacerlo, es un voto independiente”.
Cabe destacar que según la encuesta de IDECO, sólo el 20% de los consultados tiene una imagen positiva del Presidente, pero el otro 80% no sabe qué dirigente está en condiciones de agarrar el sartén por el mango. “Cristina aparece con un 6%, y después Vidal, Massa, Urtubey con porcentajes que no superan el 1%”.
Aunque los encuestados son críticos con Macri por la crisis, no avizoran quién puede cambiar el rumbo en el futuro cercano.
Relato macrista
Antes de llegar al poder, el actual gobierno nacional se montó en la campaña promovida por el Grupo Clarín para denunciar el “relato kirchnerista”. Sin embargo, el macrismo tiene el suyo, con la diferencia de que goza de un blindaje mediático nunca visto en la historia argentina.
Uno de los tantos ejemplos de que la estrategia de Durán Barba sigue mostrándose eficaz, se advierte en las respuestas de los entrevistados por IDECO: un 25% respondió que la crisis tenía su origen en “las políticas de Cambiemos”, un 36% dijo que “se debía a la historia del país” y un 25% “a las políticas del kirchnerismo”. La trillada “pesada herencia” sigue rindiendo en la comunicación oficialista.
Schreiner aporta un dato que confirma que cada vez menos personas están interesados por la verdad de los hechos. “Cuando preguntamos si la información de los medios era confiable en términos generales, un 60% dijo estar en desacuerdo. Es decir, compra el relato de los medios pero no confía en la información que publican”.
En un intento por mostrar a Macri como un líder mundial, Marcos Peña afirmó en el comienzo del G20 que su jefe “es el mejor candidato de Cambiemos”. El propio Presidente había dicho hace unos meses que “estaba listo para competir”.
Sin embargo, más allá de las intenciones y aspiraciones, la fiebre amarilla ha empezado a bajar y la Meca mediterránea se aleja cada día más.