Una mochila cada vez más pesada

El desembolso para pagar intereses de deuda representó el 42 por ciento del desequilibrio de las cuentas públicas en lo que va del año. Desde que asumió Cambiemos casi se duplicó la carga de los intereses en el déficit fiscal.

 lunes, 11-septiembre-2017

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no le encuentra la vuelta al déficit fiscal.


En lo que va de 2017 se pagaron 1100 millones de dólares de intereses de la deuda pública por mes, que equivale a un déficit fiscal de 2600 millones de dólares mensuales en lo que va del año, e implica que el desembolso para pagar intereses representó el 42 por ciento del desequilibrio de las cuentas públicas.

En 2015, previo al ciclo de endeudamiento macrista con los mercados financieros internacionales, el pago de intereses generaba menos de la tercera parte del déficit fiscal, un 26 por ciento.

Estos datos, que surgen de un análisis del presupuesto del Ministerio de Hacienda que realizó el suplemento Cash, evidenciaron que casi 4 de cada 10 pesos del déficit del sector público de este año se debió a los intereses de deuda, mientras que en 2015 el peso del endeudamiento en el rojo fiscal era la mitad, 2 de cada 10 pesos del desequilibrio.

El gobierno está preocupado porque la reducción del déficit fiscal es la principal promesa que hizo el gobierno a los fondos de inversión del extranjero, y la condición impuesta por estos para que el gobierno siga contrayendo deuda.

El problema es que esta lógica de tomar deuda en forma irrestricta provoca un aumento continuo del desequilibrio de las cuentas públicas por el protagonismo que adquieren los pagos de intereses, que no logra compensase ni con las exportaciones ni con un aumento de la recaudación por la caída de la actividad económica.

La opción que maneja el gobierno es hacer otro ajuste después de las elecciones, y la tijera iría por la quita de subsidios a los servicios públicos, lo que implicaría un golpe durísimo al bolsillo de la ciudadanía, y un impacto negativo en la inflación, que sigue muy por encima de lo pronosticado por las autoridades monetarias.