Una sobrina de José Alperovich lo denunció por abuso sexual

El exgobernador tucumano, José Alperovich, fue denunciado por su sobrina segunda, exasistenta personal suya, por distintos hechos de abuso sexual con acceso carnal y violencia física y psicológica. La mujer calificó a Alperovich de “monstruo” y dijo que “el avasallamiento fue demoledor”.

 viernes, 22-noviembre-2019

En abril de este año, Alperovich había cosificado y maltratado a una periodista, luego de ningunearla y decir que quería “mirar más tiempo a esta preciosura”.


José Alperovich, exgobernador peronista, uno de los dirigentes políticos más poderosos de Tucumán, fue denunciado por una sobrina segunda por abuso sexual con acceso carnal y distintos hechos de violencia física y psicológica. La mujer, de 29 años, fue hasta hace pocos meses su asistente personal. La denuncia fue radicada en la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) en Buenos Aires. Luego, fue remitida a un juzgado para que las medidas solicitadas por la mujer se tomaran de forma ágil.

La mujer, cuya identidad no fue revelada, pidió custodia para su seguridad personal y una orden de restricción contra Alperovich y que se le prohíba salir del país. Su abogado, Ricardo Santoro, indicó que las lesiones producidas por los abusos sexuales están “debidamente documentadas” y que por estos hechos la joven bajó 12 kilos.

En una carta pública difundida luego de presentar la denuncia, la mujer indicó que quiso “ponerle al monstruo nombre y apellido”. “Se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quien fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras” comienza el texto.

“No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual”, apuntó, al tiempo que señaló que se sentía imposibilitada de hacer nada mientras estos abusos sucedían ya que “sabía que tras la primera puerta había caseros, y policías y custodios armados” que conocían lo que estaba aconteciendo y eran cómplices.

Por último, se anticipó a la que seguramente sería la respuesta de parte de Alperovich y de los discursos mediáticos que buscarán protegerlo: “No miento, no busco fama. Nadie quiere hacerse famosa por contar el horror que vivió. No quiero dinero ni hay un trasfondo político detrás de mi denuncia”.