Vidal, con los clasificados en la mano

La gobernadora de Buenos Aires habló de su futuro: dijo que quiere "volver a trabajar" y que "no quisiera los próximos dos o cuatro años vivir de la política". Manifestó que quiere hacer "una oposición constructiva, que no haga oposicionismo".

 jueves, 28-noviembre-2019

La gobernadora María Eugenia Vidal volvió a tener un discurso antipolítica.


Terminado el año electoral, una de las grandes derrotadas fue María Eugenia Vidal. Apuntada en su momento como la gran esperanza de la derecha -incluso con aquella operación del Plan V para reemplazar en la candidatura a Macri-, pasó de la posibilidad de ser presidenciable a perder por amplio margen en provincia de Buenos Aires contra Axel Kicillof. Consultada sobre su futuo, Vidal dijo: “Estamos planificando unas vacaciones largas con mis hijos y, a partir de marzo, estoy buscando trabajo”.

“Quiero volver a trabajar. No quisiera los próximos dos o cuatro años vivir de la política”, apuntó la mandataria bonaerense. La reflexión entraña parte del núcleo ideológico de Cambiemos: el rechazo por la política. La frase de Vidal presupone que la política no es trabajo, que está mal ‘vivir’ de la política. ¿No debería una dirigente política con ambiciones de líder, acaso, querer seguir vinculada a la política por vocación de servicio público?

Luego, por supuesto, estuvieron las frases para consolidar su imagen de mujer austera, familiar, clase media, en el intento de recuperar aquella percepción de la opinón pública que la llevo a ser la dirigente con mejor imagen de la Argentina. “Para todas las head hunters que están acá, yo necesito trabajar, vivo de mi sueldo”, insistió Vidal, y añadió: “Se aceptan todas las ofertas, después vamos evaluando”.

De todos modos, la gobernadora bonaerense no se retira de la política: “Se abre una nueva etapa para Cambiemos y para mí, que es la de ser opositores y mostrar una oposición constructiva, que no haga ‘oposicionismo’ pero que al mismo tiempo sea firme en la defensa de sus valores”. Vidal reafirmó su vínculo personal y político con Mauricio Macri, a pesar de las especulaciones respecto a quién ostentará el liderazgo opositor.

Por último, pidió “un Cambiemos sólido, unido y que represente cabalmente ese 40 % de los votos que recibió”.