“Vimos el dolor, el racismo y lo supremacista del golpe”

Ismael Jalil, abogado de CORREPI, formó parte de la Delegación Argentina en Solidaridad con el Pueblo Boliviano que viajó la semana pasada al país vecino con el objetivo de receptar denuncias sobre violaciones a los DDHH. Todavía conmocionado, aseguró que “salieron a la caza del indio” y que se vive un clima de revancha de las clases altas “contra los que no tenían absolutamente nada y fueron creciendo”.

 lunes, 2-diciembre-2019

El abogado de DDHH, Ismael Jalil, relató la crudeza del golpe militar religioso de Bolivia y dijo que lo que vieron "nos va a quedar grabado para siempre".


A casi un mes del Golpe de Estado que derrocó al presidente electo Evo Morales, un grupo de académicos, dirigentes y militantes sociales arribaron el jueves pasado a La Paz en un gesto de solidaridad con el pueblo boliviano que está sufriendo las atrocidades del régimen de la autoproclamada presidenta Jeanine Añez. En diálogo con el programa Nada del Otro Mundo, el abogado Ismael Jalil explicó que fueron con la intención de transformarse en la voz de aquellos que no la tienen y que el mismo jueves por la noche comenzaron a recoger algunas denuncias en la zona de El Alto, lugar en donde la mayoría de la población es origen aymara.

“Lo que vimos fue una experiencia muy difícil de digerir con los años, supongo que lo que vimos nos va a quedar grabados para siempre”, señaló conmocionado. “Salieron a la caza del indio, no sólo en El Alto, no sólo en Senkata que es territorio más afín al gobierno anterior, sino también en el interior del país”. En ese sentido, remarcó que hubo lugares donde no pudieron llegar por cuestiones de seguridad, como el caso de Cochabamba donde se produjo otra matanza. Pese a las hostilidades y amenazas del gobierno de facto, la delegación pudo recabar información y dar cuenta del dolor, el racismo y el fascismo de quienes hoy dominan las calles.

“Hablamos con una madre que tiene detenidos a tres de sus cuatro hijos. Todos acusados de lo mismo: terrorismo y sedición. En otro caso, otra mujer tuvo que recibir el cuerpo de su hijo baleado desde un helicóptero con un impacto en la cabeza. Hay que ver el esfuerzo que tuvo que hacer esa mujer para poder pagar ese ataúd blanco que fue trasladado en medio de gases lacrimógenos”, describió angustiado Jalil. “Vimos esta cosa de revancha del que la tiene toda asegurada contra el que no tenía absolutamente nada y fue creciendo”, agregó.

Consultado acerca de la posibilidad de que se habiliten nuevas elecciones para presidente, se mostró contundente: “Si el proceso electoral lo maneja el mismo que gobierno que salió a disciplinar y que desató esta cacería, ¿qué confiabilidad te puede transmitir? Es un proceso que está viciado y también depende del pueblo boliviano”. De esta manera, analizó que América Latina está atravesando por un período en donde los sectores de la derecha más recalcitrantes “que son naturalmente violentos” buscan gobernar y reinar sobre el resto de la población. “Es de manual la forma en que los golpes se están dando y no tenemos por qué pensar que nosotros estamos exentos. No nos creamos que estas lacras que nos han gobernado y, sobre todo las que nos han gobernado estas últimos cuatro años, van a terminar partiendo. Hay que estar muy alertas”, concluyó.