Y ahí, juntitos los dos

Mauricio Macri está en Vaca Muerta de recorrida junto a Paolo Rocca, dueña del grupo Techint. Visitará, entre otras cosas, Tecpetrol, la empresa que Techint tiene en ese lugar. Ambos quedaron ‘fuera de peligro’ en las causas de las fotocopias ya que Bonadío ordenó investigar del 2008 al 2015. Una decisión que fue casi un salvoconducto.

 martes, 28-agosto-2018

Macri fue a Estados Unidos a celebrar una inversión de Paolo Rocca, que al mismo tiempo despedía trabajadores en Argentina.


Y ahí, juntitos los dos, cerquita de…Bonadío, podría cantar Luis Miguel. Y es que el presidente Macri decidió mostrarse públicamente con el líder del Grupo Techint, Paolo Rocca. Ambos comparten haber quedado fuera de escena en la causa de las fotocopias –o cuadernos, según se prefiera- gracias a una decisión del juez Bonadío de investigar de 2008 en adelante.

Macri está en Neuquén y la recorrida por Vaca Muerta incluye el paso por varios espacios y empresas, como Fortín de Piedra e YPF Loma Campana, y también la empresa del grupo Techint, Tecpetrol. La jornada finalizará con una reunión de la Mesa Productiva Vaca Muerta. En la recorrida lo acompaña el excéntrico empresario ítalo-argentino.

Una escena que ya se repitió cuando Macri viajó a Houston a visitar la planta de Techint y celebró la inversión de 1.800 millones de dólares, que generó 600 puestos de trabajo directos y 500 indirectos para estadounidenses. Mientras, en Argentina, Techint despedía a cientos de trabajadores.

La particularidad que ahora comparten Macri y Paolo Rocca es su fuerte vínculo con la obra pública y su relación con la causa que marca la agenda mediática de nuestro país. Techint es una de las empresas que aparecen mencionadas en las fotocopias de los cuadernos, involucrada en el pago de coima en la obra pública. Puntualmente aparece nombrado Héctor Zabaleta, quien fuera directivo del grupo empresario de los Rocca. El propio magnate negó los hechos y dijo que “Techint no participó del club de la corrupción”, aunque el director corporativo, Luis Betnaza, dijo haber realizado pagos ilegales y estar “cansado de los pedidos de coimas de todo tipo de gobiernos”.

Por su parte, Macri y su familia eran los dueños de la constructora Iecsa. La empresa fue ‘vendida’ a Ángelo Calcaterra en 2007 –cuando Macri asumió como jefe de gabinete- en un proceso con varias irregularidades. Fue tan burdo el pasamanos que Calcaterra, que no poseía el dinero para efectuar la compra, pagó con ganancias futuras de la propia empresa. La sospecha, claro está, es que Iecsa nunca dejó de ser de los Macri. Hoy, los papeles dicen que Iecsa –ahora llamada Sacde- pertenece a Marcelo Mindlin, uno de los popes del empresariado energético argentino.

Ambos, tanto Macri como Rocca, se favorecieron de la decisión de Claudio Bonadío, el juez a cargo de la causa, de investigar sólo del 2008 al 2015. Ese tajo procesal los deja virtualmente ‘fuera de peligro’. Como cantaría Luis Miguel: “Juntitos los dos, cerquita de Bonadío”.